San José, 2 nov (elmundo.cr) – La Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, ha dejado patente y por escrito, su falta de cuidado y de la mínima rigurosidad técnica, a la hora de resolver sobre el caso de Gas Zeta y el conocido divorcio de los dueños de dicho conglomerado empresarial.
En un caso en el que ya existen antecedentes muy polémicos y cuestionables, como la muy famosa sentencia 033 del del 5 de febrero de 2016.
El pasado jueves, nuevamente la Sala Primera quedó en evidencia mediante una resolución en la que otorgó el beneplácito a una sentencia extranjera que había sido derogada por el Tribunal de Apelaciones de Texas, desde el año 2018.
Siendo que según el fallo de la Sala Primera, sin que nadie se explique cómo, intentaba otorgar legitimidad al conocido, en Texas, como el “Divorcio Falso”, sin percatarse que está en otro expediente actualmente suspendido.
Sin el menor cuidado, y pareciera sin el mínimo estudio del expediente y por unanimidad, 5 magistrados votaron y dieron luz verde a una sentencia derogada, sobre la cual la misma señora Zaragoza advirtió en su oportunidad que se encontraba apelada.
Los abogados del señor Zaragoza Fuentes han manifestado su molestia, y han repudiado la sentencia fuertemente mediante un escrito enviado a dicha Sala.
Cabe destacar que esa Sala perdió competencia para conocer del caso con la entrada en vigor del nuevo Código Procesal Civil y con la declaratoria de inconstitucionalidad de las normas prácticas emanadas de la Corte Suprema de Justicia.
A pesar de ello, la Sala Primera se resiste a trasladar el expediente a la Sala Segunda donde, por orden de la Sala Constitucional y en aplicación de la legislación vigente debería asentarse.