San José, 29 jul (elmundo.cr) – Tras la polémica y un allanamiento judicial, los propietarios del Gran Hotel Costa Rica decidieron presentar una nueva propuesta para el quinto piso del emblemático edificio, ubicado en el casco central de San José.
Así lo anunció el Ministerio de Cultura y Juventud ayer mediante un comunicado de prensa, en el que remitió un informe efectuado por dos expertos que desarrollaron una evaluación de la intervención al inmueble, para determinar si está apegada a derecho.
El informe fue desarrollado por el arquitecto Roberto Villalobos, el estructuralista Gino Guidi y el historiador Carlos Manuel Zamora, quienes fueron convocados por el Ministerio, alegando que son los más preparados en su área.
La ministra de Cultura y Juventud, Sylvie Durán afirmó que el documento consiste en una recopilación de criterios técnicos para dar insumos a la intervención que se realiza en el hotel y además, contribuir a la formación de criterio y a la calidad del diálogo sobre ese proceso, y en general el cuido del patrimonio.
“Hacía falta poner en claro elementos históricos para, a partir de ello, determinar técnicamente las alternativas de intervención apropiadas y valorar las opciones de diseño propuestas, especialmente para el quinto piso que es el componente del edificio sobre el que circula mayor ambigüedad. Hablar sin suficiente fundamento histórico y técnico impide llegar a soluciones adecuadas y nos somete a un debate de meras opiniones, a confusión e incluso a prejuicios ante una relación siempre delicada: la que se da entre la conservación del patrimonio, su puesta en valor y su sostenibilidad”, indicó la jerarca de Cultura.
De acuerdo con el informe, el proyecto original del Gran Hotel Costa Rica en 1930 contemplaba que el edificio tuviese cinco pisos, sin embargo en ese entonces su dueño, Luis Paulino Jiménez, no pudo levantar el último piso por la grave crisis económica mundial de 1929.
El arquitecto José Joaquín Jiménez, nieto de Luis Paulino Jiménez dijo que el quinto piso empezó a construirse en 1934, cuando finalmente su abuelo contó con recursos económicos para esta ampliación.
“Resulta significativo señalar que el quinto piso, aun cuando no se construyó inicialmente, sí había sido proyectado por el arquitecto Víctor Lorenz, sin que se llegara a diseñar en planos, más allá de la prevista estructural de su carga. Cuando se da su construcción, esta se dio en etapas y con un diseño no totalmente apegado al elaborado por Lorenz, situación que se siguió repitiendo a lo largo de los años, en las otras remodelaciones de las que fue objeto, según ha manifestado el arquitecto Andrés Fernández”, agregó el Ministerio de Cultura.
El historiador Carlos Manuel Zamora afirmó que desde el punto de vista patrimonial, el quinto piso carece de valor por cuanto no guarda autenticidad ni integridad a través del tiempo.
“Los cambios de que ha sido objeto son múltiples, variados y en ellos únicamente sobrevivió la idea de mantener los arcos”, dijo Zamora en el informe.
Por su parte, el arquitecto Roberto Villalobos manifestó que el quinto piso no ha mantenido una permanencia histórica a lo largo del tiempo, ya que ha sufrido una continua multiplicidad de cambios.