San José, 28 nov (elmundo.cr) – El Gobierno de Luis Guillermo Solís optó por tomar el control de las labores para llevar la ayuda humanitaria a Upala, localidad fronteriza devastada tras el paso del huracán Otto.
La decisión la adoptó el propio Presidente Solís, tras confirmar que existía desorden en ese cantón, lo que ocasionaba que lo que los costarricenses estaban donando para los damnificados, no se estuviera entregando.
El mandatario, que ha intentado bajar el perfil a la polémica que existe entre el alcalde de Upala, Juan Bosco Acevedo y el Presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Iván Brenes, afirmó que el Comité Local de Emergencias, presidido según la Ley por el alcalde municipal, se activó a destiempo pese a las alertas que se emitieron.
Producto del caos operativo, Solís ordenó a su segunda vicepresidenta, Ana Helana Chacón, quedarse desde el sábado apostada en Upala y coordinar lo necesario para que la ayuda empezara a llegar a los damnificados.
La primera acción de la jerarca fue organizar una comitiva que se encargaría de repartir los alimentos a los albergues habilitados en Upala.
“Seguimos agilizando procesos para atender a la población con un importante número de acciones, todas encaminadas a que la ayuda llegue de manera inmediata y que se cuente con información adecuada para gestionar los problemas específicos. La ruta de trabajo está claramente definida y es hacer todo el trabajo que sea necesario en esta etapa de rehabilitación para que la población reciba lo que necesita. Uno de nuestros ejes fundamentales es la protección de los derechos humanos de todas las personas, en especial quienes son más vulnerables”, dijo en un comunicado la Vicepresidenta Chacón Echeverría.
Junto a ella se encuentran jerarcas de Seguridad Pública, Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, Dirección de Tránsito, PANI, Dirección de Migración, IMAS, INDER, SINAC y las entidades de primera respuesta de emergencias.
Solamente en Upala se requirió una intervención directa de Casa Presidencial para atender la emergencia generada por el huracán Otto.
Tras la llegada de la vicepresidenta, el Gobierno afirma que se delegó a la Fuerza Pública junto con funcionarios del IMAS la entrega de 5000 diarios de alimentos en las comunidades aisladas, al tiempo que levantaron información de esos lugares y sus pobladores.
También se designó un administrador por cada albergue, alguien que vigila, coordina y ejecuta para garantizar la atención de las personas que allí están ubicadas y se designó un administrador por cada bodega, quien será responsable del inventario de alimentos e insumos que ingresa, salen y hacia donde se envía.
El Gobierno además estableció dos puntos de recolección a la entrada de Upala, para evitar que sigan entrando grandes cantidades de automóviles que saturan las pocas calles que existen allí: uno al costado del Hotel Wilson, carretera hacia Guatuso y en Chimurria, carretera hacia San Carlos.
También se organizaron tareas para limpieza de ríos con el fin de evitar represamientos y eventuales cabezas de agua, se habilitaron caminos, puentes y accesos a las comunidades que se mantenían aisladas y se empezó una evaluación de daños de infraestructura pública.
Casa Presidencial reportó además que los EBAIS de Bijagua y de Aguas Claras ya están funcionando, además de que funcionarios del Ministerio de Salud realizan control de brotes y epidemias para tener un control de la salud de los pobladores.
A su vez, las instituciones ya coordinan una estrategia para habilitar casas de personas que están en albergues y que de esta manera puedan regresar a sus hogares, se gestionan donaciones de sillas de ruedas y camas ortopédicas y el Cuerpo de Bomberos limpia casas y recoge escombros para evitar focos de contaminación.
También se ordenó levantar un listado de voluntarios en la zona, para que se pueda organizar de una forma eficiente el trabajo que se debe realizar en el empaquetado de alimentos, levantamiento de información y otras funciones que se deben realizar.
