San José, 27 mar (elmundo.cr) – Hace un año el candidato de Restauración Nacional, Fabricio Alvarado, perdió las elecciones nacionales después de haber terminado a la cabeza durante la primera ronda electoral.
Diversos factores fueron determinantes para que está derrota se diera y resultara electo presidente el candidato oficialista en ese momento Carlos Alvarado Quesada. Uno de los más importantes fue el freno constante que resultó ser Carlos Avendaño y el Comité Ejecutivo del Partido Restauración Nacional en los intentos del comando de campaña de Fabricio Alvarado por llevar una estrategia ganadora.
Y es que a diferencia de la tradición política en Costa Rica y en el mundo, Avendaño bloqueó el trabajo realizado por lo encargados de la campaña de Alvarado Muñoz, interfiriendo en las decisiones de los estrategas designados por el candidato.
Fabricio Alvarado como es normal en todo proceso electoral, definió su comando de campaña encabezado por Juan Carlos Campos y donde eran parte otros especialistas en temas de comunicación como Luis Alonso Naranjo. Estos colaboradores cercanos fueron anunciados a la prensa y conocidos por todas las personas cercanas a la campaña política, incluido Avendaño y el Comité Ejecutivo del Partido Restauración Nacional.
Los problemas entre el comando de campaña de Fabricio Alvarado y el Comité Ejecutivo del partido se empiezan cuando después de la primera ronda se procede a firmar un fideicomiso millonario con Banca Promérica a raíz de la fuerte votación obtenida en la primera ronda por el PRN, así 6 mil millones de colones quedaban a disposición de Avendaño, sus familiares y amigos.
Una de las primeras acciones cuestionables fue la renuncia el 19 de febrero del 2018, del sub tesorero del partido Luis Diego Garro, un cercano colaborador de Carlos Avendaño y miembro de la congregación religiosa dirigida por este.
Pocos días después de de la renuncia de Garro, su empresa Add Integral Solution firma contratos multimillonarios con el PRN, por servicios tan variados como la supervisión del fideicomiso o el envío masivo de mensajes de textos. Por este último cobró al partido una suma de 126 millones de colones.
Es de destacar que aún después de renunciar, Garro continuaba recibiendo contratos de otros proveedores del partido de manera normal.
En estos momentos por otro lado el Comando de Campaña de Fabricio Alvarado, gestionaba servicios con proveedores que eran entregados al Comité Ejecutivo y eran sistemáticamente ignorados por ellos. Ya en ese momento era claro el rol que jugaba, Juan Carlos Avendaño, hijo de presidente del partido, que había sido contratado por su padre con con un pago de 32 millones de colones.
En las oficinas del partido en Moravia todo era manejado por Juan Carlos Avendaño, junto a su padre y su hermanastra, Jessica Muñoz, que fungía como tesorera de la agrupación política, donde se contrataban temas propios de estrategia de campaña sin mencionarlo al comando de campaña, algo bastante anormal en el manejo de procesos electorales.
Avendaño y su grupo, contrataron sin tomar opinión al Comando de Campaña, mensajes de textos masivos por un monto de 126 millones de colones, así como compraron 150 mil camisetas por las que pagaron 320 millones de colones a dos proveedores. También más de 100 millones en banderas y calcomanías. Todo este material nunca fue reportado para su distribución al Comando de Campaña que se dirigía desde la oficina ubicada en La Sabana.
También se dieron contratos millonarios con varios de los hijos de Carlos Avendaño, así como su actual esposa y su exesposa. Se incluyen también entre los beneficiarios de la ‘piñata’ de millones a los miembros del Comité Ejecutivo que disponían de salarios que en los meses de campaña rondaron varios millones de colones.
De los 6 mil millones que podía disponer Fabricio Alvarado en la segunda ronda electoral, Carlos Avendaño y su grupo no autorizó al Comando de Campaña encabezado por Campos ni un 10%, la gran mayoría se fue en contratos y compras realizadas por el Comité Ejecutivo que nunca fueron informadas al candidato.
Para entender el rol que jugó el Comité Ejecutivo del PRN, y su negativa a cumplir con lo solicitado por el comando de campaña y la extraña forma de contrataciones realizadas se consultó como procedieron los diferentes partidos políticos en el proceso electoral.
Manejo de recursos por parte del Comité Ejecutivo del Partido Restauración Nacional fue atípico
Roberto Suñol, exjefe de campaña de doctor Rodolfo Hernández en el Partido Republicano Social Cristiano comentó sobre el rol que desempeño en las elecciones que”la Jefatura de Campaña implica una sobre coordinación que va por encima de las estructuras formales del partido una vez que se abre la campaña y debe de incorporar en su actividad necesariamente a esas estructuras”.
“Esa Jefatura de Campaña se encarga necesariamente de coordinar no solamente la parte administrativa de la campaña sino que a su vez la parte estratégica de la misma, qué tipo de programa de gobierno va a implementar o va a producirse, qué tipo de publicidad va a contratarse, qué tipo de mediciones van a hacerse, qué propósitos de penetración hacia las dirigencias locales en el territorio nacional deben de tramitarse para conseguir organización en el territorio nacional y por supuesto integrar al Comando de Campaña que es la estructura que maneja la totalidad de la campaña con sus encargados de transportes, de electorales, territoriales, mujeres, juventud, en fin todos los sectores que se integran a la campaña activamente una vez que son organizados bajo la estructura de ese comando, el Comando de Campaña supone además la integración del candidato y en toda la medida el Comité Ejecutivo Nacional del partido para que no se produzca justamente el tema de las estructuras paralelas”, agregó Suñol.
El dirigente republicano apunta que “en términos generales el Jefe de Campaña es el encargado de coordinar a todos esos sectores que caminan bastante bien organizados o bastante bien dirigidos hacia el objetivo que se propone, que en todos los casos debemos suponer que es el triunfo electoral en cada situación o partido”.
“El jefe de campaña lo define con toda claridad el candidato a la presidencia, algunos dirigentes o algunos jerarcas de la organización en buen tiempo opinan sobre la posibilidad que se designe a fulano, a sutano, a perencejo, pero en realidad la Jefatura de Campaña es una designación del candidato a la presidencia, una vez que está designado inmediatamente procede a la designación de un jefe de campaña y empieza a designar en él una serie de funciones”, define Suñol.
Consultado si es posible que el Comité Ejecutivo asuma contrataciones sin consultar al Comando de Campaña Suñol advierte, “no podría darse esa relación a la inversa, porque hay un problema de la definición de la estrategia, podría ser que el Comité Ejecutivo no se muestre tan dinámico o aún siéndolo no este encajando en la estrategia del candidato”.
Sobre el tema de pagar contratos o salarios a miembros de los comités ejecutivos de los partidos Suñol apunta “los miembros del Comité Ejecutivo tienen la potestad de contratar personal que recibe salario, eso si está claro en consulta con el Comando de Campaña, pero nunca un miembro del Comité Ejecutivo percibe algún tipo de salario, por lo menos no debe darse y no es la práctica usual, podría haber algún tipo de excepción en donde alguien que forma parte del Comité Ejecutivo desempeñe a la vez funciones de carácter administrativo y se resuelve en ese Comité Ejecutivo que se le pague un salario, pero no es lo usual”.
Rolando Gonzalez que fungió como jefe de campaña de Johnny Araya en 2014, señaló que “las campañas tienen modelos organizacionales caracterizados por el entendimiento del respectivo candidato, hay campañas que se dirigen desde los órganos formales del partido, en los partidos pequeños, hay campañas que usan solo jefatura, otras que tienen jefatura y subjefatura, depende de la magnitud de la campaña que se vaya a desarrollar, de su estrategia y de la estructura que el candidato visualice para conducir”.
González cuenta que “en mi caso he vivido tres episodios uno como subjefe de campaña, otro como gerente de campaña y otro como precandidato presidencial, en los tres casos las decisiones de la organicidad superior pasan directamente por la voluntad del candidato y según son niveles descendentes puede incorporar el criterio de la jefatura de campaña una vez que la ha nombrado”.
Sobre el papel del comando de campaña, Gonzalez Ulloa apunta que “en general es la instancia que le lleva el pulso al desarrollo de la campaña que ve la estrategia y que tiene la visión general de la organización, a parte del comando de campaña hay unidades que tienen niveles de funcionamiento especializados, el caso de comunicación, el caso de finanzas, propuesta programática o planes y programas, organización son ámbitos que tienen su propio desarrollo y la relación con el propio partido político que la conduce el candidato en vínculo específico con las autoridades partidarias que pueden estar o no dentro del Comando de Campaña”.
“Las decisiones de la estrategia de campaña, de los instrumentos que se usen y de la ejecución de los recursos predominantemente pasa por el Comando de Campaña o las áreas especializadas de la campaña donde pueden o no participar miembros del Comité Ejecutivo. El Comité Ejecutivo de los partidos políticos, no solo de Liberación Nacional, tiene una responsabilidad mayúscula en la liquidación de la campaña y en la verificación de la legalidad de los actos en que se haya incurrido, aún cuando cabe la posibilidad de que alguien del Comité de Campaña pase a ser miembro del Comité Ejecutivo o viceversa, así como que la Asamblea Nacional delegue competencias en los conductores de la campaña”, agregó Gonzalez.
El liberacionista advirtió que “el candidato participa muy poco en temas de contrataciones, salvo que sean erogaciones estratégicamente muy significativas, lo demás se maneja en el ámbito de los ingresos y egresos entre la tesorería de campaña y tesorería del partido si están mancomunadas y sino la tesorería correspondiente, el candidato generalmente opina y decide en el ámbito estratégico, no en el ámbito puntual de lo que son contrataciones y pagos”.
Se consultó a José Alfredo Chavarría, miembro del Comité Ejecutivo del Partido Acción Ciudadana sobre como opera el tema del nombramiento del Jefe de campaña y el Comando de Campaña en su partido, a lo que indicó que “siempre eso recae sobre el candidato, el candidato conforma su equipo, lo que yo si entiendo es que todas las decisiones, y eso es como un contrapeso que se hace ahí, todas las decisiones de contrataciones, de gastos, todo ese tipo de cosas tienen que pasar por un filtro que es el Comité Ejecutivo Nacional, ellos lo que hacen es proponerle al Comité Ejecutivo Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional aprueba”.
Según Chavarría en el Partido Acción Ciudadana “todo lo referente a estrategia de campaña y que se contrata o que no, lo define el Comando de Campaña, simplemente el Comité Ejecutivo (CEN) aprueba o desaprueba, ellos lo que siempre intentan es determinar la proporcionalidad de los gastos, siempre y cuando sean razonables, entonces todo bien, lo otro es que el CEN siempre tiene espacio dentro del comando, por un asunto lógico, entonces ahí se definen estrategias y entonces el CEN colabora”.
Sobre si el Comité Ejecutivo del Partido Acción Ciudadana hace contrataciones por encima de lo solicitado por el Comando de Campaña, Chavarría indicó que “tienen la potestad para hacerlo, pero por un tema de sentido común eso no se hace, porque es más coordinado con el comando, entonces simple y sencillamente se coordina con ellos, yo sí sé que para la aprobación de gastos el visto bueno tiene que darlo el CEN, eso sí, pero todo lo demás se hace de forma coordinada, en equipo es lo que se busca, esas cosas en el PAC no pasan, se intenta hasta donde es posible en coordinar los procesos”.
Rolando Araya, que fue candidato presidencial del Partido Liberación Nacional en el 2002, señaló que “por lo general lo que se haga en una campaña lo acuerdan el candidato y el jefe de campaña, que si es una persona que maneja más información que el candidato sobre el acontecer diario y sobre todos los aspectos que tienen que ver con una campaña de organización, de finanzas, de publicidad y todos los aspectos el llamado Comando de Campaña son una especie de asesores, no es un órgano que tenga poder decisorio, simplemente son personas que el candidato escoge a dedo y es para que le den opinión sobre algunos aspectos, de vez en cuando se hace un mini grupo dentro del comando, que son los que saben más y se convierten en un círculo cercano al candidato, pero por lo general los comandos de campaña son una especie de foros para información, para enriquecer las decisiones”.
Sobre le papel de un Comité Ejecutivo de un partido en el tema de contrataciones sin consulta al Comando de Campaña, Araya apuntó “yo siempre he visto eso ni tomaban decisiones sobre los gastos, ni ejecutaban los gastos, en unos casos para eso un tesorero de campaña, también nombrado por el candidato es el que normalmente hace esas cosas, los del Comité Ejecutivo prácticamente no tenían ningún papel, porque incluso había una época en que la deuda se firmaba y se cedía a una empresa que manejaba la campaña”.
Víctor Morales, jefe de campaña del actual presidente, Carlos Alvarado, describe que “las funciones de un jefe de campaña dependen mucho de las tareas y las competencias que la candidatura, candidato o candidata presidencial en primer lugar, porque es un nombramiento que deriva del mismo candidato, de mi experiencia así es como ha ocurrido, porque se trata de la persona que va a dirigir una campaña, es un nombre que el candidato también se preocupa que cuente con los avales correspondientes de su entorno político, no va a nombrar una persona que el entorno político más inmediato del candidato no acepte o rechace y no quiera trabajar con él y entonces a partir de ahí vienen las tareas y las responsabilidades en general”.
“Yo diría que una Jefatura de Campaña dirige el conjunto de actividades propias de una campaña en donde están actividades que tienen que ver estrictamente con la parte organizativa de una campaña como actividades que tienen que ver con el planeamiento de estratégico de la campaña, eso depende de como se organice la campaña, puede haber una campaña en donde bajo la dirección del jefe de campaña se encuentre el área de comunicación y la parte de diseños, etc, yo también he visto otras campañas en donde eso es un programa que se maneja de una manera más independiente, sobre todo ahora que se estila contratar agencias y contratar empresas para mucho de ese trabajo y entonces puedan ser actividades que dependan más directamente del candidato”, agregó Morales.
“Obviamente hay una línea del candidato al Comando de Campaña en la manera de definir cuales son los requerimientos y las necesidades, y hay una relación estrecha entre esa línea de la campaña con las autoridades, por el tema de liquidación y aprobación de gastos, no pueden separarse esos dos mundos, sino eso tiene consecuencias, se supone que eso en una campaña adecuadamente organizada esas partes funcionan con una articulación mínima necesaria, porque hay una relación entre gastos y luego todo el proceso de gestión de la deuda política”, finalizó Morales Mora.
Además
Restauración acusa a Fabricio Alvarado de ser el líder de una estructura criminal