Heredia, 10 abr (elmundo.cr) – La actividad volcánica del Poás y la consecuente caída de ceniza han obligado a los ganaderos a mantener sus animales bajo techo.
Esta situación requiere de una atención especial a la alimentación del ganado para evitar una disminución en la producción lechera, según Miguel Ángel Castillo Umaña, académico de la Universidad Nacional (UNA) y especialista en producción y nutrición animal.
“Las vacas lecheras de alta producción necesitan una alimentación muy controlada. Si esta alimentación se cambia bruscamente, puede afectar su salud y hacer que produzcan menos leche”, explicó Castillo.
El experto enfatiza la importancia del forraje en la dieta de estos animales, el cual puede verse afectado por la ceniza. “Este tipo de animales requieren necesariamente la oferta de forraje que aporta fibra dentro de su ración alimenticia para su adecuada salud digestiva”, añadió.
Castillo recomienda a los ganaderos ofrecer una dieta con forraje de calidad y suplementos con los nutrientes necesarios durante la estabulación. “Para esto se puede recurrir a la utilización de forrajes conservados y suplementos forrajeros o altos en fibra”, sugirió.
El especialista también brinda recomendaciones específicas para el manejo del ganado en esta situación: mantener agua fresca y sin contaminar, ofrecer forraje constantemente, verificar la procedencia del forraje y la calidad de los forrajes conservados, garantizar el aporte de suplementos energéticos, y considerar que los cambios en la dieta pueden afectar el bienestar y la productividad de los animales.