
San José, 5 jul (elmundo.cr) – El Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) justificó que para realizar obras en solo dos kilómetros de la ruta que conectará la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) con la Ruta Nacional 32 se paguen 71 millones de dólares, casi 40.000 millones de colones.
El anuncio de que tal suma de dinero se pagará al Consorcio del Atlántico, conformado por las empresas Meco y Puentes y Calzadas generó duras críticas contra el Gobierno en redes sociales.
Mediante un comunicado de prensa, CONAVI afirmó que solo ese consorcio cumplió con las especificaciones técnicas del cartel publicado por el MOPT, ya que la oferta del Consorcio Estrella-Hernán Solís no llegaba hasta el final del proyecto y se salía del derecho de vía.
La entidad dijo también que lo propuesto por la empresa C&C no cumplía con los anchos requeridos para aceras y ciclovía a ambos lados del viaducto, ni con los anchos para las pasarelas peatonales solicitadas en el cartel de licitación.
Inclusive CONAVI afirma que el monto ofertado por el consorcio conformado por Meco y Puentes y Calzadas es menor a los 78 millones de dólares que la institución tenía previsto destinar para que se desarrollen esas obras.
“En ambos casos, solucionar los incumplimientos cartelarios de las propuestas podría generar un desequilibrio económico importante y por ende poner en riesgo la viabilidad de realizar la obra”, dijo Carlos Villalta, ministro del MOPT en un comunicado de prensa.
En total 13 funcionarios del MOPT/CONAVI se encargaron de verificar que las propuestas de las empresas ofertantes cumplieran con las condiciones dichas en el cartel.
La ruta de acceso a la Terminal de Contenedores de Moín hoy solo está constituida por lastre a dos carriles. Sin embargo, el contrato de concesión con la empresa APM Terminals establece que la ruta deberá estar asfaltada y señalizada a más tardar el 31 de julio de 2017, antes de que entre en operación el primer puesto de atraque.
Otros dos carriles, para un total de dos en cada sentido, deberán estar construidos y asfaltados, señalizados y en servicio para el 30 de noviembre de 2017, cuando entre en operación el segundo puesto de atraque.
“Se trata de una carretera de aproximadamente 2,1 km de longitud. La primera sección es una vía a nivel. Posteriormente será un viaducto que pasará a 6 m de altura sobre la línea férrea y el Río Moín, para posteriormente entroncar con la terminal de contenedores y la ruta cantonal”, explicó CONAVI.
Las obras incluirán construcción de aceras y ciclovía, además de mantenimiento a los pasos de fauna que se construyeron en la primera etapa.
También se colocarán semáforos en la intersección con la Ruta 32.
Los recursos con los que se pagarán estas obras provienen de un contrato suscrito entre CONAVI y el BCIE, el Fondo Vial del CONAVI y el Presupuesto Nacional.