San José, 10 abr (elmundo.cr) – El presidente de la República, Rodrigo Chaves, criticó que la jueza Patricia Calderón se ofende que la mencione por el nombre.
La jueza Calderón fue la que suspendió la Ruta del Arroz del Gobierno de Chaves.
Según el mandatario le pidieron a la Corte Plena que lo calle, asegura que eso “le resbala”, y agregó que “lo que sí me preocupa, es que una jueza en este caso, y en otros, no guarda ni compostura, ni recato, en redes sociales”.
De igual forma, Chaves recalcó que el esposo de la jueza como sus hijos han sido dirigentes del Partido Acción Ciudadana (PAC).
“Esta ruta del arroz de bajarle el precio del consumidor es algo que la gente PAC y el PAC nunca hubieran aceptado, entonces la señora Patricia nos demuestra que no es imparcial, no ha denegado la autoría de esto, y de las otras cosillas que andan por ahí y yo me pregunto dónde está la inspección judicial”, agregó.
Chaves insistió en que “este es un caso de inspección judicial clarísimo en mi humilde, porque pareciera que ahora según la Asociación de Jueces los jueces también son sagrados, como en el islam, que no se puede pronunciar ni pintar a Dios”.
“Ya esto llegó al colmó”, sostuvo el presidente Chaves.
El mandatario recalcó que “lo que ella dice me resbala, lo que no me resbala es que las familias más pobres de Costa Rica les vaya a subir, porque les va a subir el arroz en una tercera parte por lo menos, a raíz de la decisión arbitraria”.
“Vamos a ver si me van a callar, que ahora no pueda leer los nombres de un juez o jueza en un de un documento público, esa la quiero ver”, reiteró.
Ante la consulta de si la jueza debió haberse inhibido en el tema del arroz, Chaves contestó que “a todas luces, un gramo de ética profesional, un microgramo de ética profesional hubiera hecho que esa señora, y un poquito de autorespeto de parte de ella hubiera hecho que ella diga saben que yo a Chaves lo odio y tengo una ideología muy de izquierda, yo y toda mi familia, en este caso no lo puedo ver porque no soy neutral, imparcial como requiere la ley y la moral de cualquier servidor del Estado, especialmente de sus jueces, por el amor de Dios”.
