Parte 4 de 4: El aporte del conocimiento empresarial
Continuando con la entrega de los aportes técnicos de las especialidades (El aporte de la informática a la Ciencia de Datos), durante esta entrega se desarrolla el tercero de ellos relacionado con el aporte de la informática.
Aporte técnico del conocimiento empresarial para el Científico de Datos
En la Ciencia de Datos, contar con habilidades técnicas es importante, pero entender el entorno en el que se aplican los datos puede marcar una gran diferencia. Aquí es donde entra el conocimiento empresarial o de negocio que es necesario tener.
Saber cómo funciona un negocio, cuáles son sus objetivos, cómo se relaciona con sus clientes, proveedores, colaboradores y qué decisiones son relevantes para crecer. Lo mejor es que no hace falta tener un título universitario de especialidad en negocios para desarrollar esta visión, basta con observar, escuchar, aprender y tener curiosidad por entender el contexto en el que se trabaja, con quién y cómo me relaciono, etc.
Uno de los principales aportes del conocimiento empresarial en la Ciencia de Datos es la capacidad de entender el problema desde el punto de vista del negocio. Esto significa saber escuchar las necesidades de los clientes, comprender qué métricas son importantes, y cómo los datos pueden aportar valor. De nada sirve un análisis complejo si no responde a una necesidad real o no se puede aplicar de manera útil en la operación del negocio.
Además, este conocimiento permite identificar oportunidades. Por ejemplo, un analista de datos que entiende cómo se comporta el mercado puede proponer estrategias para aumentar ventas, mejorar la atención al cliente, reducir costos o reorientar productos o servicios. También puede sugerir cambios en procesos internos o detectar nuevas alianzas con proveedores. Esta capacidad para generar valor desde los datos es lo que realmente transforma el trabajo en Ciencia de Datos en una herramienta poderosa para las organizaciones.
Quien posee esta visión también aprende a comunicar sus hallazgos de forma clara, a colaborar con equipos de otras áreas y a tomar decisiones con criterio. No se trata de ser un experto en teoría empresarial ni tener varios posgrados en ello, sino de tener una comprensión práctica del entorno donde se aplican los datos y poder aplicarlo.
El conocimiento empresarial no es exclusivo de quienes tienen una carrera universitaria y el tenerla no garantiza que posea las habilidades para aplicarla. En realidad, cualquier persona que así lo desee puede desarrollar esta habilidad observando, preguntando y participando activamente en su entorno laboral. En la Ciencia de Datos, este conocimiento permite conectar el análisis con las necesidades reales del negocio, identificar oportunidades y generar propuestas que impulsen el crecimiento. Así, se convierte en un complemento esencial para lograr un impacto real a partir del trabajo con datos.
En la siguiente entrega conoceremos sobre el último aporte técnico, el conocimiento empresarial.