Como costarricense sueño con un estado al servicio del pueblo y no para provecho de la corrupción y la politiquería. Hoy el estado es permisivo con la corrupción, gigante en politiquería y avaro con lo social.
Tenemos que recuperar la Costa Rica en la que todos podamos vivir en paz, resolver nuestras diferencias de forma pacífica y creativa, así como gozar en familia de nuestras carreteras, paisajes y ríos y sentir con ilusión que la Patria nos pertenece.
El Estado burocrático y politiquero ha engañado al pueblo con un discurso social que no ha cumplido porque los recursos se han ido en clientelismo y corrupción. El modelo Neoliberal abandona lo social a la suerte del mercado, con lo cual aumentan la miseria y la injusticia social.
Exigimos gobiernos que inviertan más en educación, en salud, empleo productivo y que gasten en menos burocracia menos congreso, menos consulados y embajadas, menos contralorías, y menos vehículos oficiales etc.
Necesitamos crear la cultura de buena administración de lo público. Las empresas estatales son las empresas privadas más importantes porque pertenecen a toda la comunidad. Es un delito de lesa comunidad hacer fiesta con los recursos del estado.
Los sucesivos cambios de Gobierno no han modificado este decepcionante panorama, sino que lo han agravado, y parece que ya es hora de emprender una reforma grande de carácter estructural que afronte de verdad los defectos de un sistema político, jurídico, institucional y económico que está irreversiblemente agotado.
Las finanzas públicas ya son insostenibles y si no se toman las decisiones que corresponden seguiremos con un congreso que nos cuesta aproximadamente ¢1800.000.000 cada 4 años. El número de congresistas debe reducirse de 57 a 40. También se debe aumentar los requisitos académicos para aspirar a una diputación y eliminar privilegios y reducir los salarios exorbitantes de todo el personal del congreso incluyendo los asesores.
El congreso debe ser visible, que la gente conozca por nombre propio a los congresistas. Que sepa a qué hora entran y a qué hora salen, qué proyectos presentan, qué debates impulsan.
Costa Rica necesita mejorar la educación pública que avance hacia la cobertura universal, que sea de buena calidad y de acceso democrático. Una educación crítica, científica, ética, tolerante con la diversidad y comprometida con el medio ambiente.
Sin corrupción ni politiquería los recursos tienen que alcanzar para erradicar la miseria y construir justicia social. Es un imperativo reducir la pensión del Presidente, magistrados y de los mandos medios del sector público.
Finalmente, sin duda alguna, el siglo XXI plantea muchos desafíos a nuestro modelo de democracia, en temas de crisis de los partidos políticos y el financiamiento de la política etc. El gran desafío del TSE será la restauración de la credibilidad, para impulsar las reformas estructurales urgentes y necesarias para una mayor participación ciudadana.
—
Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.