Costa Rica sufre por un ataque brutal de entidades financieras por las tasas de interés usurarias que cobran en tarjetas de crédito. No pueden justificar que, mientras en USA es 16% y el promedio de la OCDE esté apenas arriba del 20%, aquí se cobren tasas del 52%.
Esta es causa de una nueva forma de esclavitud: el endeudamiento. Y es causa de un letargo en la economía. Pero los bancos privados ejercen una enorme presión sobre los diputados para evitar que pase el proyecto presentado por el diputado David Gourzong que pretende acabar con esta rapiña.
Las entidades financieras cooperativas cobran el 22% y los bancos del Estado el 30%. No comprendo por qué el Banco Central justifica la irregularidad de permitir que otros bancos se desborden hacia la usura inaceptable.
Lo mismo pasa con las tasas de interés que cobran las empresas que financian la adquisición de electrodomésticos, cuyas tasas superan el 60%. ¡Esto debe pararse ya! ¡Hagamos un movimiento nacional para detener esta ignominia!
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