
Este miércoles se dio a conocer los insultos, ofensas y agravios de un jefe del Hospital San Juan de Dios, contra la diputada de Restauración Nacional, Ivonne Acuña. Las reacciones de repudio por las manifestaciones ofensivas fueron generalizadas.
Fui una de las primeras personas en manifestar mi solidaridad a Ivonne y sentir vergüenza por el maltrato a una mujer valiente como ella.
La revisión del perfil de Facebook del profesional permitió también descubrir un odio acérrimo hacia los cristianos, de quienes él y otras personas se burlan llamándonos “ramashekos talamasoas”.
El escándalo público de la violencia contra la mujer no permitió visibilizar otra señal de intolerancia y violencia: la agresividad con que se nos insulta a los cristianos.
Laura Moscoa, esposa de Fabricio Alvarado, entonces candidato presidencial, fue víctima de toda clase de insultos, ataques y burlas (de hombres y mujeres), cuando trascendió un vídeo en que ella hablaba en lenguas. Desde entonces, utilizar la expresión “ramasheka talamasoa” es una forma de burlarse de ella, de Ivonne y de los miles de cristianos que habitamos este país.
Realmente no es una ofensa, es un honor ser un “ramasheka talamasoa”. Sí me permito aclarar que la práctica de hablar en lenguas no todas las denominaciones la viven de la misma manera.
Sinceramente, sí estoy cansado de que se nos ofenda, se burlen y nos traten de denigrar, solo por lo que creemos y pensamos. Ya basta del maltrato a las mujeres y también ya basta del maltrato a los cristianos.
Esos, a quienes algunos tratan de insultar llamándonos “ramashekos”, estamos rescatando indigentes de las calles, ayudando a matrimonios, visitando hospitales y cárceles, enseñando que se puede salir de la pobreza, ayudando a los niños, mujeres agredidas, adultos mayores.
Los cristianos damos un aporte incalculable a este país y se cuentan por centenas las organizaciones cristianas que dan alivio y esperanza. Enfoque a la Familia, Fundación Rahab, Chepe se Baña, Ejército de Salvación, Visión Mundial, las escuelas de Fundación Esperanza, son solo algunos ejemplos con trasfondo cristiano, pero hay albergues, comedores infantiles, ministerio de rescate y ayuda en todo el país, casi donde usted vea una iglesia.
Es más, quizá cuando usted leía el título de este artículo, algún “ramasheko” estaba atendiendo a alguna persona con necesidad; para eso estamos, para servir.
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