Nos perjudica y no le hacemos caso

Hoy no pretendo explicar una vez más el daño que genera fumar, desde el punto de vista de la salud, así como económicamente, como hube de mencionar el “año pasado”

Cada cajetilla, independientemente de la marca, siendo ya una consigna internacional con grandes letras que ¡Fumar es dañino para la salud!  Nos lo dicen y para colmo nos tiene en muchos casos, sin cuidado. ¿Qué decir? Pensando en algo parecido, para aquellos empedernidos al hábito de fumar, les preguntaría ¿quiere usted morirse definitivamente, antes de tiempo?

¡En ocasiones suelen asociarse al “… dañino para la salud! Campañas de viajes, regalos, que uno realmente titubea, “¡ah, si me saco el viaje, aunque compre la cajetilla y luego se la regalo a algún fumador, seria espectacular, yo en esa playa, en esa arena, con chicas… (Perdón, por favor eliminen eso último. ¿Si me atrapa mi esposa?)

En fin, todo un sueño de probabilidades remotas, que nos conduce al consumismo de algo que realmente nos hace un daño atroz.  Posiblemente uno o varios de mis lectores asiduos, sean fumadores y que a partir de este momento, dejen de leerme o que poco a poco con el sonido de la tos seca (cof, cof,cof) (nota: creo que suena así, habría que preguntarle a un “especialista”) se sensibilice en que lo que dice la cajetilla de cigarros en la portada es cierto “…dañino…”.

Recuerdo hace décadas atrás, sin pensar que algún día entraría a estudiar magisterio y menos docente de Ciencias Naturales, que cometí una falta ortográfica, donde no acentué la palabra molécula y la profesora, me castigó mandándome a escribir la palabra correctamente, ¡100 veces!  (Supongo que esto quedó para la antigüedad, como medida ¿pedagógica?, y no sea utilizado hoy en día) Pero lo que queda claro, es que no se me olvidó jamás, hacer uso correcto de la esdrújula (Que lleva el acento prosódico en la antepenúltima sílaba)

Por lo antes expuesto, no le estoy indicando que escriba cien veces ¡Fumar es dañino…!, no, para nada. Hay quienes dicen “de algo, tiene que morirse uno, que más da”, pero ahí no para todo y agregan: “Algún vicio debemos tener” ¿vicio? Veamos algunas definiciones: 1. Mala calidad, defecto o daño físico en las cosas. || 2. Falta de rectitud o defecto moral en las acciones. || 3. Falsedad, yerro o engaño en lo que se escribe o se propone. || 4. Hábito de obrar mal. || 5. Defecto o exceso que como propiedad o costumbre tienen algunas personas, o que es común a una colectividad. || 6. Gusto especial o demasiado apetito de algo, que incita a usarlo frecuentemente y con exceso.

Que cuando analizo todas ellas, me da un sentido de empeoramiento, para aquellos que inhalan ese objeto blanco (o negro, aunque poco común en nuestra sociedad) con filtro o si filtro, cuya punta se enrojece, arde y su contenido se traslada a la boca- faringe – tráquea – bronquios – bronquiolos – alvéolos y que como grado de satisfacción exhala, viendo salir de su interior, ese humo blanco (que no es en este caso señal de  ponerse de acuerdo o llegar a un acuerdo feliz) que se disipa en una atmósfera que contamina a los más próximos a usted y que “increíblemente” daña su salud.  ¿Convencido?, ¡no! Por favor, contacte, a partir de este momento, algún programa de reservar su descanso espiritual.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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