No a la reelección en puestos públicos

La reelección en puestos públicos no debe permitirse y menos las reelecciones de 8 larguísimos años como en el Poder Judicial. La única excepción para permitir la reelección en puestos públicos debe ser por el desempeño excepcional demostrado del empleado o funcionario público correspondiente. Está claro que también tienen derecho a concursar miles de costarricenses con igual o más requisitos e igual o más deseos de servir a la Patria y sin necesidad de ninguna reelección. Además hay muchos otros puestos públicos en los que puede concursar cualquier empleado o funcionario público que crea merecerlo, si ha tenido excelente desempeño en los puestos públicos en los que ha trabajado anteriormente.

En el sector privado se acepta la crítica y se evalúa continuamente el desempeño, de lo contrario no se podría sobrevivir ni mejorar como empresa. Pero ahora resulta que el Poder Judicial y el Poder Legislativo no aceptan críticas del poder ejecutivo y la reelección en puestos públicos entre ellos, es solo una rutina más, en donde lo menos que se evalúa es la necesidad de un desempeño excepcional como requisito para una posible reelección. Muy importante el tema este de defender la institucionalidad de nuestro país. Pero también es muy necesario fortalecer los controles internos y externos para que todas nuestras instituciones públicas sigan cumpliendo con sus objetivos, propósitos y metas para las que fueron creadas, en beneficio de todos los costarricenses. Hace muchos años todas las instituciones públicas se preocuparon por definir y poner por escrito, la visión y la misión de cada institución. Ojala que tanto esa visión como la misión sean objeto de actualización, seguimiento y evaluación de cumplimiento, por lo menos anualmente.

No puede ser que todas las sanciones que hay que ejecutar para defender al Estado y por ende a sus habitantes, a todos los demás costarricenses, tarden años y años y hasta prescriben: la trocha, el cementazo, el caso cochinilla, el caso diamante, los privilegios de las convenciones colectivas del sector público, el combustible de los diputados y otros funcionarios públicos, las pensiones de lujo, el salario escolar, los pagos de más dizque por errores en las planillas del ministerio de educación y otras instituciones públicas, las repúblicas independientes, el abandono de la educación pública primaria y secundaria por privilegiar al FEES, carreteras y hospitales en lento proceso, en fin.

A los costarricenses nos está funcionando mejor la opción de las redes sociales. Recordemos que para estas últimas elecciones presidenciales la votación de los costarricenses significó entre otras cosas, la extinción de varios partidos políticos como el PAC y el PASE, principalmente. También hemos conseguido variantes favorables para la no reelección de diputados y alcaldes, después de años y años permitiendo ver a los mismos partidos y políticos de siempre, como diputados y alcaldes repitentes. Pero en el TSE tienen que haber más y mejores ideas porque no podemos seguir con estos vergonzosos niveles de abstencionismo. También para las últimas elecciones municipales la votación de los costarricenses significó la pérdida de la mitad de las alcaldías para un partido y, el crecimiento exponencial en la obtención de alcaldías para otros partidos.

Qué maravilla la internet y todas las redes sociales actuales para enterarnos de inmediato de todo lo que hacen y no hacen los gobiernos de turno. Antes había que depender de periódicos y noticieros apenas para medio enterarse, semanas, meses y años después, de lo que ya se había hecho y que de por sí, ya nada podíamos hacer. También es muy importante la participación cada vez, de más y más costarricenses por medio de todas las redes sociales, ahora que están de moda, para ayudar finalmente a conseguir por fin, una Costa Rica bien administrada o bien gobernada. Usando el término que sea. De suerte que ahora con la existencia de las redes sociales, todos los costarricenses podemos participar de este cuarto poder ampliado de las democracias, para que más pronto que tarde, todos los costarricenses tengamos más y mejores beneficios, de esta nuestra democracia del pura vida.

No puede ser que todas las sanciones que hay que ejecutar para defender al Estado y por ende a sus habitantes, a todos los demás costarricenses, tarden años y años y hasta prescriben: la trocha, el cementazo, el caso cochinilla, el caso diamante, los privilegios de las convenciones colectivas del sector público, el combustible de los diputados y otros funcionarios públicos, las pensiones de lujo, el salario escolar, los pagos de más dizque por errores en las planillas del ministerio de educación y otras instituciones públicas, las repúblicas independientes, el abandono de la educación pública primaria y secundaria por privilegiar al FEES, carreteras y hospitales en lento proceso, en fin.

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