Cuando escuchamos la palabra micotoxinas inmediatamente pensamos en cereales como cebada, trigo y en el caso de Costa Rica de maíz que es el más usado en alimentación animal. Las micotoxinas son compuestos tóxicos producidos por ciertos hongos (principalmente de los géneros Aspergillus, Penicillium y Fusarium) que pueden contaminar diferentes tipos de cultivos y pastos. Aunque no son específicas de un tipo de pasto, hay ciertas condiciones y tipos de vegetación que son más propensos a su contaminación. Algunos forrajes usados en América Latina que pueden contener micotoxinas son: la alfalfa, el sorgo, el mijo, pasto Lolium spp, y otros pastos nativos. Si el heno y el ensilaje no se seca (con poca materia seca) correctamente pueden aparecer toxinas ya que hay condiciones favorables para los hongos. El maíz ensilado puede contaminarse con micotoxinas como aflatoxinas, fumonisinas o zearalenona. Todo esto ocurre si las condiciones tales como humedad alta y lluvias intensas, temperaturas cálidas, daños mecánicos y almacenamiento inadecuado. Tener conocimiento de esto es importante porque los pastos y otras formas de forraje son la fuente principal de alimentación del ganado. Algunas de las micotoxinas más comunes en los pastos son: 1. AFLATOXINAS (Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus); se desarrollan en condiciones cálidas y húmedas, son tóxicas para el hígado y pueden ser carcinogénicas, pasan a la leche en ganado lechero. 2- OCRATOXINA A. El consumo de carne, leche u otros productos de animales que han ingerido pasto contaminado con ocra toxina A. Puede dañar los riñones y se ha asociado con la nefropatía endémica de los Balcanes una enfermedad renal crónica. 3- TRICOTECENOS pueden producir toxicidad gastrointestinal, náuseas, efectos inmunosupresores e irritación cutánea y respiratoria. 4-ERGOTAMINAS reducen el flujo sanguíneo, causan isquemia, dolor intenso, entumecimiento y necrosis, síntomas neurológicos como convulsiones, alucinaciones y psicosis, inducir hipertensión, hipotensión severa y náuseas, vómitos, diarrea.
Otro problema relacionado con mico toxinas es el uso de compuestos anabólicos para la producción de carne bovina. Está regulado por normativas internacionales . Por lo que son prohibidos en muchos países como Argentina. Sin embargo, existe una micotoxina producida principalmente por especies de Fusarium denominada zearalenona (ZEA), que es capaz de biotransformarse en otra toxina conocida como α-zearalanol, químicamente similar al zeranol (anabólico). Este último sale en las muestras de orina de control. Muchos ganaderos tuvieron presencia de zeranol en las muestras de control rutinarias. Si bien los productores afectados declararon no haber administrado este anabólico, como consecuencia de este hallazgo no se les permitió exportar (principal destino Unión Europea (UE).
Hay evidencias sobre la presencia de zeranol en orina de bovinos, que solo recibieron alimentación a base de pastos y a que tanto en Australia como en Nueva Zelanda se demostró que la detección de zeranol en bovinos podría provenir del metabolismo de ZEA, la cual se encuentra de manera natural en pasturas destinadas a la alimentación, se postuló que la presencia de la toxina fúngica ZEA y sus derivados como contaminantes naturales en pastos destinadas al consumo animal, puede generar resultados falsos positivos en el control de anabólicos por la aparición de zeranol (α-ZAL) en orina. De este modo la detección de zeranol en orina de un animal por sí sólo no es prueba suficiente de que ha ocurrido un abuso de esta sustancia por parte del productor. Se ha encontrado zeranol en pastos pertenecientes a géneros diferentes (Chloris, Cynodon, Dichantium, Diplachna, Elionurus, Eragrostis, Eriochloa, Hymenachme, Leersia, Panicum, Paspalum, Sorgastrum, Spartina). Los rumiantes soportan mejor la presencia de toxinas que los monogástricos: sin embargo, hay toxinas que si pueden ser toxicas para bovinos. Es importante mencionar que, además de ZEA, las especies de Fusarium son capaces de producir un amplio rango de micotoxinas entre las más frecuentes y tóxicas está la beauvericina (BEA), las eniantinas (ENN), moniliformina (MON) y aurofusarina (AUF).