Nuestro fundador, don Walter Kissling, siempre llamaba a no dejar para mañana las acciones necesarias; a encargarnos de lo importante y no solo de lo urgente; a ser éticos en todas las acciones. Su creencia era descrita como la necesidad plena de la democracia, la paz y la convivencia como requisitos para obtener tranquilidad y desarrollo económico.
Estamos a pocos días de la culminación del proceso electoral para elegir, en una segunda ronda, al próximo presidente de nuestro país. Esta elección es posiblemente la más determinante en décadas debido a la complejidad sin precedentes del entorno nacional y global por las consecuencias estructurales de la pandemia del COVID-19 y la convergencia de múltiples crisis como la climática, la de biodiversidad, de contaminación y una guerra internacional que, de una u otra manera, desestabiliza a todo el planeta.
Un profundo deterioro en los valores y la confianza se ha colado en nuestra sociedad, complicando el diálogo y la generación de necesarias alianzas, situación que retarda la llegada de esa Costa Rica que aspiramos: la próspera, la inclusiva, la justa, la sostenible.
Como representantes de las 110 empresas que forman parte de la Alianza Empresarial para el Desarrollo, invitamos respetuosamente a toda la ciudadanía a acudir a las urnas.
El voto es el arma de los ticos, nuestro medio para hacer valer las grandes conquistas de las últimas décadas: los derechos de las mujeres, de las poblaciones vulnerables, de los niños y las niñas para recibir una educación de calidad y con inclusión. Es un instrumento, también, para crear nuevas oportunidades de desarrollo que fortalezcan nuestra democracia.
Como personas líderes de empresas comprometidas con la sostenibilidad, apoyaremos el diálogo abierto y la transparencia orientadas a fortalecer la institucionalidad de país, la paz, el bienestar social y la armonía con la naturaleza.
En estas elecciones y durante los siguientes cuatro años sembremos colaboración, tolerancia, prudencia, generosidad, calma, escucha, paciencia, esperanza y bondad; sembremos hoy los valores que como árboles frondosos, darán la sombra del bienestar y la equidad a los y las costarricenses que aún no nacen.
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