Por Luigi Rebecchi Pannelli
Nadie ha entendido y tampoco vislumbrado la razón secreta de la visita de un grupo de nuestras madres y padres de la patria a Nicaragua, invitados por sus colegas sandinistas quienes se han apeado de un solo golpe a los opositores del gobierno y cuya razón ha sido el intercambio de ideas y conceptos referentes a los parlamentos de los dos países. Aunque la primera reacción, de la opinión pública en general ha sido objetar “Porta mí de lo que recomienda el canciller de la república, yo soy Tarzán”.
La verdad oculta del viaje, ha sido tal vez, al estilo CIA; investigar la manera por la cual, las actuaciones políticas de nuestro “respetuoso vecino de las fronteras costarricenses” lograron brincarse todas las leyes habidas y por haber, al instalar una “dictadura democrática”, una fórmula mágica de muchos sátrapas que todo el mundo conoce.
De última hora nos quedamos impactados en lo referente a la declaración de un diputado en cuanto a las “fronteras”, que por antonomasia trasladamos a las fronteras de la mente humana; las cuales impiden, en el caso en cuestión; usar la lógica y el sentido de oportunidad en las alocuciones fuera de texto del legislador. Para nosotros que somos unos “tontiticos”, un parlamentario es un político elegido por el pueblo al que tiene la obligación constitucional de representar dignamente en una Asamblea Legislativa y de defender siempre al país.
