Se necesitarían kilómetros de espacios y varios lustros para enumerar todas las fallas y los desaciertos del Ministerio de Educación Pública; a lo largo de muchos años, a tal extremo que lo más oportuno y saludable sería intervenirlo y; borrón y cuenta nueva.
Aclaramos que la intervención no implicaría el cierre de los Centros Educativos, tampoco transferir los funcionarios de un lugar a otro; al estilo “Sofá” sino mantener los buenos y a la casa los malos, luego una administración expedita, moderna, innovadora, ajustada a los mejores estándares del mundo; ajena a los viejos moldes burocráticos y obsoletos.
Es urgente y prioritario intervenir la infraestructura educativa…
En lo pedagógico también se necesita una reforma estructural, donde se prepare y se le den a los educandos las herramientas para pensar, para analizar, se formen como emprendedores y; se les den las herramientas tecnológicas para insertarse en este mundo globalizado y en constante cambio sin complicaciones y; ojalá sin alcahuetería. La educación dual es una buena medida, porque les ofrece oportunidades a aquellos estudiantes que así lo deseen. Desde luego; nada fácil pero, con buena voluntad y sin la política de siempre; todo es posible y los jóvenes de Costa Rica lo merecen.
Asimismo; los padres deben involucrarse en ser vigilantes de sus hijos y; sin alcahuetería asumir su responsabilidad primera; de guiar y formar ciudadanos de bien.
En cuanto a los educadores; si la administración del MEP se cambia, tendrán más tiempo para planificar contenidos innovadores y ser inspiradores de sus docentes.
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