Hemos visto la solicitud del ICE al aumento de las tarifas eléctricas, un aumento que llega al 20,37% en el servicio de distribución según conocimos del expediente en Aresep.
En mi provincia de Guanacaste, la empresa COOPEGUANACASTE brinda servicio eléctrico al 47,7% de los abonados mientras el ICE lo hace para el 52,23%. El alza en estas tarifas afectaría los costos en los hogares, comercios y servicios; y contrario a lo que muchos pensarían… este aumento impacta negativamente a todos los guanacastecos ya que COOPEGUANACASTE le compra electricidad al ICE, es decir, el alza en la tarifa de generación del ICE se trasladaría a los abonados de esta empresa guanacasteca.
La tarifa del ICE debe ser pagada directamente por cerca de un 50% de los abonados nacionales (indirectamente casi que por todos), es por eso que he señalado este inicio de año mi oposición a este aumento, más cuando proviene de una empresa que no ha sido eficiente.
Esta problemática nos afecta a todos, es por esta razón que nuestra Fracción presentó el proyecto 20.917 para potenciar la generación distribuida en el país y permitir con ello que se promueva más generación en los hogares e industrias cuyos excedentes puedan además ser aprovechados dentro de la matriz energética con un reconocimiento económico y por supuesto logrando ahorros en el costo de la energía.
El mundo ha ido apostando a la generación solar y eólica de bajo costo desde el punto de vista de la inversión así como de los costos de operación y mantenimiento asociados. Países como Alemania, EEUU (California), República Checa, Dinamarca son ejemplos claros del incremento en el uso de estas fuentes al punto donde hay más oferta que demanda en ciertos momentos del día, llevando a la necesidad de inutilizar otras tecnologías más contaminantes del medio ambiente.
Sin embargo en nuestro país vemos informes, noticias y comunicados donde queda demostrado que el ICE anuncia ahorros pero solicita aumentos en la tarifa. ¡Es contradictorio! ¿Dónde están los ahorros? No podemos olvidar que el ICE hasta el 2013 proyectaba el crecimiento de la demanda eléctrica hasta en un 5% anual, fue en ese año que la Contraloría General de la República demostró que ese crecimiento anual si acaso llegaba al 1%; esa mala planificación sin lugar a dudas se le ha trasladado a los usuarios.
En noviembre anterior la Presidenta Ejecutiva anunciaba un cierre del 2018 con pérdidas, a su vez anunciaba como parte de sus retos incrementar los ingresos en electricidad.
El ICE ha tenido una deficiente planificación, proyectos que han costado mucho más que el valor planificado en los estudios de factibilidad, mega proyectos que han sido mal gestionados, sabemos las deficiencias que tuvo Reventazón y ahora la suspensión del proyecto hidroeléctrico El Diquís que, si bien es cierto no se va a continuar, incurrió en gran cantidad de costos que no es justo sean pagados por las familias costarricenses.
La misma Contraloría General señaló en su informe DFOE-AE-IF-015-2016 las múltiples deficiencias en la planificación de proyectos, malas decisiones y pésimas administraciones que no velaron por el usuario guanacasteco si no por el bienestar propio y de unos pocos.
La generación distribuida tampoco ha sido impulsada como se debería por parte del ICE, esto afecta a los usuarios, no han tenido suficientes oportunidades para tener acceso a tarifas más bajas siendo víctimas de las alzas continuas de operadores como ICE que ha actuado de manera irresponsable.
El ICE debe mejorar, debe concientizarse que el país necesita menores costos de electricidad, dar más y mejores servicios, dar más oportunidades a la generación distribuida y hasta promover este tipo de tecnología en los comercios y empresas de servicios en Guanacaste, proyectos solares y eólicos darían a la región mayor competitividad.
Este es el verdadero reto del ICE, no es aumentar sus ingresos a costas del usuario… La reactivación económica y el costo de la vida no deben ser víctimas de la mala planificación de una institución que si bien todos la valoramos inmensamente; ha sido ineficiente.
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