¿Estamos al borde de un descalabro fiscal o nos están engañando?

» Por Aramis K. Vidaurre Álvarez - Profesor universitario https://www.mixcloud.com/AramisCR

Doceava sesión de trabajo Diálogo Multisectorial, Centro Nacional de Convenciones, Heredia. 21 Noviembre 2020. Foto: Roberto Carlos Sánchez @rosanchezphoto

No entiendo. ¿Es tan seria y caótica la situación de las finanzas de nuestro país?, ¿sí o no?

Pasadas las festividades patrias (luego de aquel fin de semana largo), el Gobierno anunció al país su propuesta para “negociar” con el FMI. Paréntesis: un país no negocia con el Fondo; usted acepta sus condiciones si quiere el dinero. Punto. El triunvirato Alvarado-Garrido-Villegas prácticamente advertían que esa propuesta cargada hacia los impuestos era la única salida para recibir un préstamo y darle respiro a la situación fiscal. Y recordemos el entorno previo a este anuncio: nos dijeron que el lobo ya había llegado. Además, el gobierno aducía que el acercamiento con la entidad internacional debía darse indefectiblemente a inicios de octubre.

Y ya sabemos las consecuencias del anuncio: el país en llamas, y no es lenguaje figurativo; recordemos todo lo que sucedió. El presidente llamó a la cordura en aquella cadena nacional el primer domingo de octubre donde le dijo al país que deponía la propuesta gubernamental y que estaría llamando a un diálogo nacional para consensuar una salida a la crisis, y SIN confirmar si deponía también la intención del gobierno de acudir al FMI.

Posteriormente se dio aquel intento fallido por parte del Estado de la Nación de reglar una mesa de diálogo con diversos sectores. Y por otro lado, teníamos a la Asamblea de Trabajadores del Banco Popular aglutinando un número importante de sectores con otra mesa presta a iniciar en cuestión de días posterior a esa deposición de la controversial propuesta gubernamental.

Estos dos eventos se suscitaron en cuestión de dos semanas. ¿Y seguíamos al borde del abismo? Aparentemente sí.

Pregunto, ¿cómo es que, si las finanzas del país eran insostenibles, el Presidente se dio el lujo de un segundo intento de una mesa de diálogo, ahora por medio de la intervención de FLACSO, con lo que al parecer tenía la participación de un número mucho menor de sectores a la que proponía la Asamblea del Popular?

Y recordemos aquella frase del mandatario en la primera jornada donde anunciaba que ese primer llamado era para ponerse de acuerdo con cómo se iban a poner de acuerdo. Si bien era sólo el inicio, como que no había expectativas muy altas, o medianas, de lo que de ahí surgiera.

Tratando de darle legitimidad a ese encuentro, Alvarado empeñó su palabra de que lo que surgiera de las propuestas consensuadas, él lo sometería a la corriente legislativa durante las sesiones extraordinarias que le correspondía conducir al Ejecutivo a partir de diciembre.

Cuando la mesa de diálogo finalizó, dejó a su paso lo que ya muchos anticipaban: una sensación de insuficiencia y pérdida de tiempo.

A ver: reducir la deuda política hasta en un 40%, priorizar el combate a la evasión y elusión, extender la cobertura del SICOP (sistema de compras) al 100% del sector público, actualización de bases de datos para la fiscalización efectiva de las finanzas, el expediente digital y la creación de un sistema de notificación por correo electrónico para quienes deben subsanar requisitos entre otras de las casi 60 propuestas ¿de verdad son suficientes para ahuyentar al lobo?

Por supuesto que no. El mismo Elián Villegas, ministro de hacienda, tuvo que salir al paso de las críticas aduciendo que las propuestas eran un piso. ¿Un piso, luego de dos meses de aquella impresentable propuesta cargada de impuestos con la que le dijeron al país que sí o sí?

Aquí hay algo que no calza. ¿No es inquietante o cuestionable que el mandatario envíe a la Asamblea Legislativa un paquete de proyectos derivados de las diferentes jornadas de discusión en esa mesa de diálogo que todos han dicho que son propuestas insuficientes?

Más inquietante aún es que el 06 de noviembre, el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, le dijo a otro medio digital que ni por asomo nos encontrábamos al borde de un default financiero, que todavía el país contaba con el mercado local y una serie de préstamos al que se podía recurrir.

Suave, ¿no estamos al borde una quiebra financiera? Pero durante dos meses y medio nos han venido diciendo que sí. ¿Cómo es que no hay tal sentido de urgencia en un país que más bien se está preparando para el final de año y con ello las festividades?

Voy más allá, si existiera tal descalabro fiscal, ¿cómo es que el gobierno negoció bajo la mesa diversas concesiones en la convención colectiva del MEP? Ya sabemos que los sindicatos no ceden o dan concesiones, sino que piden más. ¿Y cómo es que hay sectores que quieren seguir sorteando la regla fiscal?

¿Estamos verdaderamente al borde del abismo o no?, ¿el presidente está o no diciéndonos la verdad?

Pero ¿qué estoy diciendo?, ¿para qué cuestionar a Alvarado? Si al final no es más que un periodista…y conste, no lo dije yo….

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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