El pueblo antojadizamente no manifiesta su sentir en las calles sobre las políticas públicas, lo hace porque es él quien las percibe y las vive de una u otra forma, quien las sufre, las recibe y yo estoy seguro de que muchos sectores sociales necesitan de apoyo, no podemos ser mezquinos.
Desde siempre, desde un inicio, cuando se difiere y se pide ser escuchado, debemos atender… Quien ejerce cargos públicos y enmudece ante el sentir del pueblo, solo contribuye a separarnos unos a otros, a agravar el problema y eso, redundará en una afectación social como la que hemos vivido en los últimos años.
Es fundamental el diálogo permanente como una herramienta esencial para la paz social, esto sin desmeritar derechos constitucionales esenciales como el Derecho de Manifestación, que fortalece nuestra democracia. Ah, y si debe corregirse en algo, debe hacerse con la absoluta transparencia, firmeza y honestidad que merece cada persona, que merecemos los pobladores de nuestra amada Costa Rica.
Hago un llamado a la paz social, a atender sin tintes politiqueros a las clases sociales que están siendo afectadas, que no tienen que comer, sin desmeritar los derechos que nos asisten y más cuando hay sectores que necesitan de un apoyo real para seguir adelante, para crecer, para sobrevivir en estos momentos. Cuando el pueblo habla, debe ser escuchado y los primeros llamados a ello, son los diputados (as) que representan al pueblo así como el Gobierno Central. Darle la espalda, es traicionar a quienes les han confiado.
Sentémonos a la reflexión y levantemos la bandera de la equidad, la justicia, la humanidad y la democracia.
Lección de vida para todos.
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