Por: Paola Zeledón*
En este país, se está a merced de penas de hasta 3 años cárcel para las mujeres que abortan y quienes les asistan según el Código Penal. Sin embargo, el aborto es una realidad: 47% de embarazos son NO deseados según la Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (2010) y la Asociación Demográfica Costarricense estima que se practican 27 mil abortos por año en el país (2007). Una realidad de la que el Estado es responsable al igual que las iglesias mediante la injerencia política que les permite la confesionalidad.
Como resultado de que el aborto no sea legal, no hay cifras exactas u oficiales, y no existe garantía alguna de que esas aproximadamente 27 mil mujeres lograran obtener condiciones seguras, es decir acompañamiento médico, psicológico y gratuidad; lo que sí sabemos es que las ricas pagan abortos en el extranjero o en clínicas privadas de manera segura mientras las trabajadoras y la juventud arriesgan sus vidas.
Algunos sectores del activismo feminista con el que Las Rojas veníamos haciendo una experiencia unitaria de lucha decidieron depositar confianza y expectativas en un gobierno que encabezado por figuras que se asumen como “progresistas”, como Ana Helena Chacón o el propio Solís, no ha hecho más que demostrar que no merecían dicha confianza.
Pactan nuestros derechos con los partidos fundamentalistas en la Legislativa, tardaron un año y medio para garantizar el decreto para la Fertilización In Vitro, además un año de mucho desprestigio por su carácter anti trabajador y represor. Así se demuestra que la salida para las mujeres y el feminismo es luchar contra el Gobierno de manera organizada y unitaria.
¡Por un Movimiento de Mujeres independiente que luche en las calles!
(*): Integrante de la organización feminista Las Rojas Costa Rica y del Nuevo Partido Socialista (NPS)
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