En esta campaña política la discusión respecto a la cultura yace en la penumbra. La noción de cultura sigue siendo un tema huidizo en las agendas políticas, sin embargo, todo itinerario que apunte a la constitución de una nueva civilización debe afrontar el desafío ante la interrogante sobre la cultura. La tarea que apunta a la pregunta por la cultura, demanda el despojo de una mirada que “cosifique” el fenómeno, debemos despojarnos de la idea de cultura como un “qué” o “para qué” para asumirla desde un “quién en comunidad”.
En materia de política públicas la cultura se ha pretendido domesticar dentro de un modelo institucional, sin embargo se debe tener claro que la administración de la cultura es una tarea tan ardua como acariciar las olas del mar o tomar pájaros al vuelo. A partir de lo anterior, podríamos asumir que la cultura vista desde una lente institucional debe posibilitar y fomentar el diálogo del fenómeno, más que su manipulación.
En el contexto de discusión sobre la agenda política del país que aspiramos construir desde la pluralidad, he considerado una serie de puntos que podrían resultar oportunos para incentivar el diálogo respecto a la tarea de una entidad pública que asuma el reto del diálogo del fenómeno cultural, reitero: las propuestas que esgrimo a continuación –algunas que han sido consultadas y sometidas a la conversación con personas del sector- tienen como objetivo estimular un tema que quebrante los discursos monotemáticos que se perciben en algunos medios.
A continuación expongo diez tesis: (1) Establecer un plan de acción regionalizado basado en las Políticas Nacionales en Derechos Culturales, lo que demandaría la producción de un “Informe del Estado de los Derechos Culturales” tarea que debe ser asumida desde la Dirección Nacional de Cultura; (2) establecer un plan de interacción con todos los gobiernos locales del país -por parte del jerarca de la cartera- con el objeto de establecer un mapa del recurso económico designado para el fomento de acciones culturales así como el establecimiento de un “Plan Estratégico de Cultura Local”, (que también incluya la promoción de un turismo cultural fortalecido en núcleos regionales) lo anterior puede fortalecerse con la creación de manuales y capacitaciones para el desarrollo de planes artísticos y de emprendedurismo comunitario; (3) fomentar una alianza entre Ministerio de Cultura y Juventud y Ministerio de Educación Pública que permita posicionar los logros de los artistas emergentes del Festival de las Artes (FEA-MEP) haciendo uso del recurso físico así como en las agendas de producción FIA, FNA, Feria del libro, lo cual permitirá el engranaje intergeneracional por medio de grandes proyectos artísticos a nivel nacional; (4) crear una “Red de artistas para la paz social”, mediante un plan regionalizado se fomentará nuevas manifestaciones con las fuerzas vivas de las comunidades para la apropiación de los espacios públicos; (5) articular diferentes proyectos artísticos (teatro, música, danza, artesanías, literatura, entre otros) de instituciones del Ministerio de Cultura y Juventud con entidades que velan por personas en condición de vulnerabilidad: PANI, CEN-CINAI, Hospitales Nacionales, Sistema de Red de Cuido, población en condición carcelaria y población con discapacidad, lo anterior por medio de un Plan Estratégico que se enlace con el plan anual de meta conjunta; lo anterior puede ser fortalecido con planes artísticos temporales en regiones de bajo índice socioeconómico promoviendo el apoyo de la empresa privada y fuerzas vivas comunitarias; (6) promover vigorosamente un vínculo entre MCJ y CONAI, para propiciar mayor difusión de las manifestaciones culturales de los pueblos indígenas, por conducto de la Comisión Nacional de la Promoción de los Idiomas, haciendo uso de radio y televisión nacional, así como con proyectos con los departamentos del Ministerio de Educación que velen por la educación intercultural, (7) promover mayor proyección de los promotores de artesanías de la periferia en eventos organizados por el Ministerio de Cultura y Juventud, gracias a un índice de emprendedurismo artesanal, dirigido por la Dirección Nacional de Cultura, lo anterior con una propuesta que pueda ser dialogada con el Instituto Costarricense de Turismo y Gobiernos Locales para lograr establecer un plan de núcleos regionales que hagan factible una movilización del recurso; (8) Canalizar de manera eficiente la ejecución de recursos económicos desde el Consejo de la Persona Joven desde núcleos regionales a partir de una capacitación que desde la misma institución se genere hacia las comunidades -dando prioridad- a las que se encuentran con mayor nivel de vulnerabilidad social; (9) que el jerarca de la cartera de cultura sea garante y vele por el cumplimiento de la Ley 4325 (Publicidad programas artísticos producción nacional) y la Ley 6091 (Adquisición de obras de arte por parte de las instituciones estatales), y por una mejora en cuanto a la Ley 8555, que posibilite un reconocimiento franco de la formación académica y que a la vez sea claro en cuanto a los criterios que permitan la distinción de la carrera artística (Régimen Artístico); (10) el último de los puntos a considerar (quizás el de mayo envergadura) sería la Creación de “Sistema Nacional de Artes Musicales”, mediante una reforma legal que posibilite la unificación de la Dirección General de Bandas, Instituto Nacional de la Música y Sistema Nacional de Educación Musical (SINEM), lo anterior permitirá un planeamiento estratégico integral que facilite el uso adecuado del recurso humano y financiero. Además, se propone la creación del Institutos del Calipso en Limón y el Instituto de la Marimba en Guanacaste, así como la profesionalización del Coro Sinfónico suministrando plazas para los miembros que cumplan con los requisitos profesionales idóneos (lo anterior sería replicar la reforma de la Orquesta Sinfónica Nacional de los años 70’s al Coro Sinfónico), finalmente configurar el Instituto Nacional de la Música como órgano supremo de formación musical académica denominándose “Conservatorio Superior de las Artes Musicales”, el cual estaría circundado por un sistema orquestal regional-comunitario-social conformado por lo que actualmente se comprende como el Sistema Nacional de Educación Musical, los mejores estudiantes del país tendría la posibilidad de acceder al “Conservatorio Superior de las Artes Musicales” y contar con las subvenciones requeridas.
Una vez expuestas estas 10 tesis, someto la mismas a consideración de todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad, para que las consideren, discutan, critiquen, si llegaran a encontrar terreno fértil para su ejecución en hora buena, sino al menos permitirán al lector salir un poco de los discursos monotemáticos y colocar la mirada en el fenómeno de la cultura y su rol dentro de la agenda institucional de un Ministerio cuyo propósito no debe dirigirse al “qué” sino al “quién en comunidad”.
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