El arribo cronológico al Bicentenario de Nuestra Independencia marca un hecho histórico para sentirnos orgullosos.
Democracia, la RAE define: Sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes.
Nuestra historia moderna nos hace ver (aún y por gracia de DIOS) como ejemplo en todo el planeta. Hace 200 años Costa Rica inició un proceso de desarrollo y convivencia en aras de mantener su recién nacida libertad como característica en su territorio.
La historia nos enseña que pasamos muchas vicisitudes y tragos amargos para obtener el equilibrio e igualdad de oportunidades y derechos de nuestros ciudadanos. Veo con optimismo (a pesar del frío comunitario en las celebraciones) las aisladas celebraciones de esta fecha tan importante. Si bien es cierto, el estado de emergencia por la pandemia es ahora la excusa perfecta para limitar precisamente el estado de libertad que decimos celebrar.
Las escuelas y colegios hicieron actos cívicos lindos pero “muy light” para respetar los protocolos. Eso lo entendemos, pero ¿se acuerdan estimados lectores las casas decoradas al menos con banderas en las ventanas y demás detalles? ¡Esto es escaso desde hace ya bastante tiempo! ¡No perdamos esas bellas tradiciones cargadas de orgullo nacional!
El sentimiento de unión nacional es necesario y urgente mantenerlo vigente. La defensa de nuestros derechos, responsabilidades y estabilidad social debemos de manifestarlo en las urnas. Este servidor en reiteradas ocasiones les ha hecho un respetuoso llamado para que realicen un ejercicio en la intimidad y reflexionemos de lo importante que será el domingo 6 de febrero del 2022.
El acto de votar es un privilegio que muchísimos países desean experimentar, nosotros tenemos la responsabilidad de evitar con esa herramienta (arma democrática) que Costa Rica se convierta en otra Venezuela, Nicaragua u otro país donde la dictadura absorbe cualquier estado libre.
Semanas atrás les consulté: ¿está usted estimado lector decidido por quién votar? Yo votaré por quien que tenga una sólida estabilidad espiritual, que compruebe con hechos tener una vida recta y su honorabilidad esté intacta. Una persona que vea a la familia como la esencia y base de nuestra sociedad. Léase bien “familia”, como dice un gran amigo, hasta eso nos han querido robar e imponer la palabra “burbuja”. Un ciudadano que en su carrera profesional o desempeño laboral esté marcado por la excelencia y buenos resultados. Que NO tenga ninguna deuda, problema o duda que resolver y aclarar con la población.
Me comentaba un colega que el miedo toca su corazón y espera que las medidas restrictivas, que Dios primero sean mínimas para febrero venidero; no sean utilizadas para desestimular al elector e inhibirlo de salir a votar. Un temor que comparto desde hace “ratillo”.
Vimos un espectáculo digno de cualquier país rico y desarrollado en la celebración del Bicentenario. En el Estadio Nacional se plasmó que las prioridades de la presente administración están en un rumbo muy equivocado. Bello, pero ¿necesario?
En marzo pasado en una de mis notas escribí: “La pandemia y el anhelo desesperado de una población por un giro de timón, presenta un reto al TSE para seguir garantizando transparencia, puntualidad y seguridad en los próximos comicios. No habrá espacio para malas interpretaciones o aquilatar nebulosas en contra de nuestras autoridades electorales. Recordemos que hubo más de uno que emitió criterios tendenciosos entorno al resultado de las pasadas elecciones en su segunda ronda”.
Todos, absolutamente todos estamos llamados a garantizar que nuestro terruño mantenga el rumbo democrático, la seguridad y paz social que nos han querido quitar.
Definitivamente tenemos que ser parte de la solución y salir en defensa de la independencia por la que lucharon nuestros antepasados, insisto: ¡Costa Rica se defiende en las urnas!
Hace 20 años era impensable tener la cantidad de aspirantes presidenciales que se proyecta para el presente proceso electoral (mínimo 15). ¿Será que falta algún invitado a la mesa? ¿Hay tranquilidad con el “menú electoral”? De lo anterior, la posibilidad de otro café virtual y más hablaremos la próxima semana, Dios primero.
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Sobre el autor:
El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales. Asesor Legislativo, analista político internacional. Además elabora procesos de capacitación política, desarrollo comunal y administración. maumazu208@gmail.com.
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