El carácter multiétnico y pluricultural de los pueblos indígenas de Costa Rica, fundamenta la base y estructura de nuestra identidad nacional, a pesar del atropello sistemático que sufren en la actualidad gran parte de nuestros hermanos, llámense Cabécares, Malékus, Bribris, Bruncas, Chorotegas, Ngöbes, Terrabas y Huetares que son las ocho étnias que coexisten en esta Nación desde un principio.
Asimismo, el Estado costarricense elude el cumplimiento de su obligación para garantizar los derechos de los pueblos indígenas que se encuentran reconocidos en la legislación nacional e internacional. Y peor aún, no promueve la creación de espacios participativos que incentiven a las nuevas generaciones a reivindicar sus derechos desde su propia cosmogonía como habitantes originarios de este país.
En consecuencia, salta a la vista no solo la continua violación a los Derechos Humanos de los pueblos indígenas, sino también el desinterés por parte de los gobiernos, en cuanto a empoderar a este sector de la población a través de la elaboración de políticas públicas dirigidas específicamente al desarrollo de sus comunidades autóctonas.
Se debe recalcar que uno de los factores preponderantes de esta situación, es que el 43% de las tierras comunitarias están en manos de personas no indígenas y además, quienes las obtienen, generalmente lo hacen de manera violenta y fraudulenta para la deforestación.
Entonces, cuál Costa Rica Multiétnica y Pluricultural es esta, donde numerosas comunidades carecen del respeto a la tenencia de sus territorios ancestrales, más allá del discurso oficial en la celebración del 12 de octubre, como el Día del Encuentro de las Culturas en esta Nación centroamericana.
Por tanto, si la cultura se presenta como herencia social la cual se transmite de generación en generación y se nutre de la memoria histórica de un grupo humano capaz de preservar su experiencia colectiva; es necesario que esa información permee no solo a las futuras generaciones, mediante mecanismos más participativos y menos mezquinos, sino también a todos aquellos que dentro del discurso político, no se muestren inclusivos en torno a este tema.
A su vez, según datos suministrados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), en la actualidad existen en Costa Rica ocho pueblos indígenas, los cuales habitan 24 territorios autóctonos reconocidos por las leyes del país, contando con una población cercana a los 63. 876 habitantes, los cuales se encuentran geográficamente aislados de las demás poblaciones y con una pobre asistencia en salud, educación y otros servicios.
Lo anterior evidencia, el desconocimiento de la realidad indígena para el resto de la población nacional, con la clara intención de invisibilizar su espectro cultural, como también limitar el ejercicio de sus derechos consuetudinarios; situándolos en una posición de discriminación y exclusión, por la falta de compromiso en la aplicación de la jurisprudencia, la cual define sus derechos fundamentales y el respeto a su cosmovisión como pueblos indígenas originarios.
A pesar que en Costa Rica existe un marco legal el cual reconoce los elementos esenciales de sus derechos como Pueblos Indígenas, expuesto en su Constitución Política, artículos 33, 45, 50,76 y 89, además del Convenio No 169 de la (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales en sus artículos 3, 4, 6, 7, 8 y 15, de 1992 y la Ley de Creación de la Comisión Nacional de asuntos Indígenas (CONAI) No.5251 de 1973, junto con la Ley Indígena, No 6172, publicada el 16 de noviembre de 1977 y su Reglamento, solo por mencionar algunas de las normas existentes.
Finalmente, el reto que se plantea en Costa Rica en cuanto al respeto a los derechos de los pueblos indígenas, se fundamenta ante todo en el principio de equidad que no se asume en relación al acceso de la Justicia que se encuentra politizada y es excluyente a nivel institucional; al no garantizar la igualdad a los distintos grupos étnicos en relación con el resto de la población, presentándose esa imagen del país respetuoso de los Derechos Humanos, como mera propaganda política en la actualidad…
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