Madrid, 10 oct (VOA) – Científicos españoles afirmaron que el sábado revelarán detalles sobre la nacionalidad de Cristóbal Colón, tras utilizar análisis de ADN para resolver un misterio de siglos.
Se ha discutido mucho sobre los orígenes y el lugar de descanso final de Colón, que dirigió expediciones financiadas por España a partir de la década de 1490, abriendo el camino a la conquista europea de América.
Muchos historiadores han cuestionado la teoría tradicional de que Colón era natural de Génova, Italia. Otras teorías van desde que era judío español o griego, hasta vasco o portugués.
Investigadores dirigidos por el forense Miguel Lorente han estado analizando pequeñas muestras de los restos enterrados en la catedral de Sevilla, señalada durante mucho tiempo por las autoridades como el último lugar de descanso de Colón, aunque había habido reivindicaciones rivales.
Las han comparado con las de familiares y descendientes conocidos, y sus resultados se darán a conocer en un documental titulado “Colón ADN. Su verdadero origen”, que se emitirá el sábado en TVE.
Lorente, que habló el jueves con periodistas sobre la investigación, no reveló las conclusiones, pero dijo que habían confirmado las teorías previas de que los restos de Sevilla pertenece a Colón.
“Hoy se ha podido comprobar con unas tecnologías nuevas, por lo que queda definitivamente afianzada esa teoría previa parcial de que los restos de Sevilla son de Cristóbal Colón”, destacó.
La investigación sobre la nacionalidad se ha complicado por diversos factores, entre ellos la gran cantidad de datos. Pero la fiabilidad genética es “prácticamente absoluta”, dijo Lorente.
Colón murió en Valladolid, España, en 1506, pero quiso ser enterrado en la isla de La Española, que hoy comparten República Dominicana y Haití. Sus restos fueron trasladados allí en 1542, después a Cuba en 1795 y más tarde, según se creía en España, a Sevilla en 1898.
En 1877, unos obreros encontraron un ataúd de plomo enterrado detrás del altar de la catedral de Santo Domingo, capital de la República Dominicana, que contenía una colección de fragmentos óseos que, según el país, pertenecían a Colón.
Lorente afirmó que ambas afirmaciones podrían ser ciertas, ya que los dos conjuntos de huesos estaban incompletos.