San Salvador, 7 nov (elmundo.cr) – El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, envió a reclusos a destruir las tumbas de los miembros de las pandillas, en el día de Todos Los Santos, fecha en la que los familiares acuden a los cementerios a visitar a sus muertos.
Armados con mazos y palancas, los reclusos rompieron las tumbas marcadas con el símbolo “MS”, de la pandilla Mara Salvatrucha, en Santa Tecla, en un suburbio de San Salvador bastión de esa banda.
Destruyeron cerca de 80 lápidas en el cementerio municipal y borraron grafitis relacionados con la pandilla.
Ante esto, Bukele señaló que “destruir a las pandillas que estaban tan enraizadas en la sociedad salvadoreña, no es un trabajo fácil; de hecho, siempre se creyó que era imposible”.
“Lograrlo requiere de muchas acciones simultáneas. Una de ellas es destruir sus símbolos, su sentido de pertenencia, su memoria”, aseguró el mandatario salvadoreño.
“Por cierto, los encargados de destruir las tumbas de los pandilleros son todos prisioneros, resarciendo un poco del daño que le hicieron a la sociedad”, agregó.
El Salvador se encuentra en estado de excepción desde finales de marzo, cuando el presidente Bukele declaró la guerra a las pandillas callejeras que mataron a 62 personas en un día.
Desde entonces, más de 56.000 personas han sido detenidas por presuntos vínculos con las bandas.