Tegucigalpa, 29 set (elmundo.cr) – Defender el medio ambiente se ha convertido en una tarea de alto riesgo en muchas partes del mundo pero, según los expertos, pocos lugares son tan peligrosos en este momento como Honduras.
Para la organización no gubernamental Global Witness, que monitorea la explotación de los recursos naturales globalmente, el país centroamericano está entre los primeros cinco en cuanto a los riesgos para los ambientalistas.
En lo que va del 2022, son casi 90 los defensores ambientales hondureños que han presentado denuncias, de acuerdo con la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
“Más de 88 personas que han denunciado ataques de todo tipo, hostigamientos, amenazas y hasta la muerte por defender aquellos recursos naturales que son del país”, dijo a la Voz de América Isabel Albaladejo, representante de OACNUD en Honduras.
Global Witness contabiliza el asesinato de al menos 120 ambientalistas hondureños desde 2010, por lo que organizaciones del sector exigen una respuesta ante las amenazas y las muertes.
“Para Honduras es urgente adoptar medidas para garantizar la vida y el entorno seguro de la labor ambientalista”, expresó a los medios Laura Palmessi, una activista ambientalista.
Esos ataques estuvieron relacionados con la explotación de recursos forestales, minería y agroindustria, represas hidroeléctricas y otras infraestructuras.
Desde el gobierno garantizan una nueva política ambiental y de protección a defensores. Lucky Medina ministra de Medio Ambiente dijo que “para este año hay fondos de 33 millones de dólares para el programa de restauración de cuencas hidrográficas y protección humanitaria”
Entre los ambientalistas hondureños asesinados se recuerda principalmente a Berta Cáceres. Por su homicidio en 2016 fue sentenciado en junio pasado a 22 años de cárcel el último de ocho convictos.