MEP publicó protocolo para atención del bullying contra población LGTBI en centros educativos

San José, 4 feb (elmundo.cr) – El Ministerio de Educación Pública (MEP) publicó el Protocolo de atención del bullying contra la población LGTBI inserta en los centros educativos.

Este protocolo fue elaborado por la Dirección de Vida Estudiantil del MEP y busca prevenir y atender los casos de violencia por orientación sexual o identidad de género que puedan presentarse en los centros educativos.

El MEP ya contaba con un protocolo de actuación para atender situaciones de violencia física, psicológica, sexual, hostigamiento sexual y bullying.

Sin embargo, este nuevo protocolo establecerá la ruta de trabajo para prevenir manifestaciones de odio contra los estudiantes con preferencias sexuales diversas.

En el protocolo se dan una serie de indicaciones como identificar zonas inseguras en los centros educativos para supervisarlas de forma efectiva, contar con personal docente sensibilizado en temas de género y diversidad sexual y sensibilizar al resto del personal docente y no docente sobre la problemática de bullying en la población LGTBI.

Además plantea la necesidad de no categorizar a los estudiantes en categorías LGTB o heterosexual, pues algunos pueden identificarse como ‘queer’.

También entre las indicaciones que plantea el protocolo está la celebración de efemérides en actos cívicos o días festivos que lleven a la reflexión y el análisis de las sexualidades LGTBI, por ejemplo el 15 de mayo se celebrará el Día de las familias, para que no muestre un único modelo de familia.

En las bibliotecas deben existir libros que reflejen la diversidad afectivo-sexual y de género.

Los centros educativos deben permitir el uso del servicio sanitario que corresponda al género con el cual se autodefine el estudiante o promover el uso de baños ‘no generizados’.

Las normas de vestimenta deben permitir a las personas trans conseguir coherencia y congruencia con la expresión de género que están construyendo y experimentando.

Los centros educativos tienen la responsabilidad de mantener la vivencia LGTBI de sus estudiantes en secreto, por el derecho de privacidad.

El protocolo señala que “la comunidad educativa debe de reconocer que la discriminación por sexualidades LGTB es tan grave como la xenofobia, la misoginia o cualquier otro tipo de violencia y que sus consecuencias pueden ser nefastas e incluso irreparables más aún cuando él o la estudiante no cuenta necesariamente con el apoyo de su familia”.

“De manera que cada centro educativo debe procurar cero tolerancia al acoso y a cualquier manifestación de bullying, como espacio de protección por excelencia”, agregó.

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