San José, 14 ene (elmundo.cr) – En un giro significativo en la política nacional, un grupo de miembros fundadores y asambleístas del Partido Liberal Progresista (PLP) ha decidido presentar su renuncia formal al partido, efectiva a partir del 15 de enero de 2025.
Esta decisión refleja un profundo descontento con la dirección actual del partido y su estructura organizativa.
En un comunicado oficial, los renunciantes, que incluyen a extesoreros, asambleístas y miembros del Comité Ejecutivo Nacional, expresaron su frustración por la falta de espacios democráticos y la centralización del poder bajo la figura del presidente Eliécer Feinzaig.
Según los firmantes, el partido ha adoptado un manejo vertical que ha restringido la participación y el liderazgo alternativo, convirtiéndose en un “club de amigos” donde no hay lugar para el debate y la disidencia.
“Con gran pesar hemos tomado esta decisión después de haber sido parte de este partido durante más de una década. Nos resulta insostenible permanecer en una organización política que ha perdido su rumbo”, afirmaron en su carta de renuncia.
Los miembros denunciaron que, a pesar de sus esfuerzos por mejorar la gobernanza y la administración del partido, sus propuestas han sido ignoradas y desestimadas.
La crisis en el PLP no es nueva. En los últimos seis meses, se ha reportado la renuncia de entre 25 y 30 asambleístas nacionales, así como de cientos de miembros de estructuras menores.
Este éxodo ha generado preocupación sobre la viabilidad del partido en el futuro, especialmente con las elecciones presidenciales a la vista.
Los renunciantes también señalaron la falta de apoyo y seguimiento por parte de los órganos internos del partido, como el Tribunal Electoral Interno y el Tribunal de Ética y Disciplina, que se encuentran en crisis debido a la falta de miembros y la acumulación de denuncias sin resolver.
A medida que el PLP enfrenta esta crisis interna, los exmiembros esperan que su mensaje resuene en la próxima generación de asambleístas, con la esperanza de que nuevos liderazgos puedan revitalizar el partido y devolverlo a sus principios liberales y progresistas.
La situación actual del Partido Liberal Progresista plantea interrogantes sobre su futuro y su capacidad para competir en el escenario político nacional.
Con la renuncia de figuras clave, el partido se encuentra en un momento crítico que podría definir su rumbo en los próximos años.