San José, 17 feb (elmundo.cr) – El exsecretario general del Frente Amplio, y actual director de la Asesoría de Fracción Política de la agrupación, Rodolfo Bonilla Ulloa, señaló los “errores”, en la elección de los candidatos a diputados para la campaña de 2014.
Ante lo cual señaló que “no se deberían cometer los mismos errores en la elección de candidaturas de 2014. De ahí la urgencia de hacer estos modestos planteamientos”.
De igual forma, el exsecretario manifestó “que para hacer una descripción de lo ocurrido hay que hacer un repaso de la situación en cada provincia, para empezar a entender lo que pasó después”.
LIMÓN. En esta provincia en 2010 el candidato para la Asamblea Legislativa fue el sacerdote Gerardo Vargas Varela, que había acompañado las luchas sociales en Limón. Aunque no le alcanzó tuvo una buena votación. José María Villalta lo nombró asesor en la Asamblea Legislativa encargado de la relación con organizaciones sociales y comunales entre 2010 y 2014, lo que lo mantuvo vigente en la provincia y en la organización partidaria. Su candidatura para 2014 fue prácticamente de consenso, no tuvo contendientes en la Asamblea Provincial. Y tampoco hubo conflictos durante la campaña electoral.
GUANACASTE. En 2010 la papeleta la encabezó Wilmar Matarrita, siempre recuerdo que José Merino esperaba que repitiera en 2014 esa candidatura y no entendía por qué le cedía el espacio al sacerdote Ronald Vargas Araya, con una trayectoria de luchador social, pero sin militancia en el partido. Fue una candidatura que se decidió temprano sin discusión, en una provincia que tiene una estructura bastante caudillesca, donde difícilmente se cuestiona una decisión de Wilmar. El argumento era que esa candidatura sumaba más allá del partido. Pero los problemas empezaron también temprano. Antes de la elección por decisiones sobre la conducción de la campaña que adoptó Vargas, incorporando personas que no eran del agrado de Matarrita. Y luego de la elección y antes del 1 de mayo, el primer conflicto serio se presentó. Vargas quería elegir según su leal entender su equipo de trabajo en la Asamblea Legislativa y Matarrita quería imponer que el partido le eligiera al diputado ese equipo de trabajo. Ese primer pulso lo ganó el diputado que nombró su equipo, incluyendo a personas de su confianza pero que no tenían compromiso partidario. Los conflictos continuarían a pesar de nombrar a Matarrita como asesor.
PUNTARENAS. Por influencia de la JFA se contactó a Carlos Hernández, que había sido secretario general de la APSE. Esta precandidatura no contó con oposición y el mismo Ricardo Araya la respaldó, por lo que fue electo en la Asamblea Provincial. Igual que Vargas Araya, Hernández no tenía militancia ni compromiso partidario. Y no se le conocía, en el fondo no se sabía quién era, ni siquiera se tenía idea de su cercanía anterior con el socialcristianismo y tomó por sorpresa el primer conflicto de las medidas cautelares que había tenido por conflictos de su primer matrimonio. Segundo conflicto antes de asumir, la JFA, sin que fuera público ni conocido en el partido, le pidió a Hernández y este accedió nombrarles una asesoría. Hernández nombró a una compañera joven de la Zona Sur y la JFA montó en cólera, pues asumían que el compromiso era nombrar al principal dirigente juvenil provincial. Ambas situaciones tendrían consecuencias luego.
HEREDIA. Para 2014 existía la percepción de que la candidatura le correspondía a María Eugenia Román, abogada con vasta experiencia como asesora de José Merino y José María Villalta. Creo que en ese momento no se tuvo la suficiente confianza, aunque ella dijo que le hicieron la propuesta muy tarde y que tenía ya otro compromiso. Lo cierto es que declinó e impulsó la candidatura del entonces regidor por una coalición donde estaba el Frente Amplio en Barva, José Ramírez (conocido como Fuler), con una trayectoria como ambientalista en el cantón, pero sin militancia ni compromiso partidario con el FA (y que luego con el pasar del tiempo y en el siguiente proceso, le apuñalaría por la espalda, al impulsar la candidatura de una persona que tiempo después fue candidata del PUSC). La elección fue en disputa con Jimmy Arroyo, quien contaba con apoyo de militancia comunista, pero Fuler obtuvo más votos, gracias también al respaldo de la JFA.
CARTAGO. Parecido a Puntarenas, aunque aquí con disputa. El candidato anterior camarada Carlos Luis Alpízar no se presentó para los primeros lugares. Errol Pereira se presentó como pre-candidato, con una simpatía o cercanía con la tendencia que promovía a Rocío Alfaro en San José. La JFA y otros compañeros fueron a buscar a Frank Camacho, conocido gestor cultural del cantón de El Guarco, quien finalmente ganaría la elección. De nuevo la coincidencia, sin militancia partidaria, aunque habría que abonarle que es de los pocos que sí mostró durante su gestión compromiso con el partido que lo eligió. Aquí ya se produjo una fractura, pues una parte de la gente que apoyó a Errol y que, si tenían militancia, se apartaron de la campaña electoral y, luego, en el primero año y en medio de conflictos, también del partido.
ALAJUELA. En esta provincia la candidatura de Edgardo Araya Sibaja no tenía disputa, venía de ser un regidor con buen desempeño en San Carlos y uno de los liderazgos reconocidos de la lucha para evitar la minería metálica a cielo abierto en Crucitas. Para el segundo lugar se promovió Ligia Fallas, que igual era regidora en San Ramón; ella sostenía que el sindicato donde era directiva había decidido dar respaldo a las personas que asumieran candidaturas en forma independiente del partido y que eso había que aprovecharlo para empujar las candidaturas del Frente Amplio, así me lo hizo saber en una reunión que me solicitó como secretario general y a la cual asistió también su entonces compañero sentimental. Cuando le comenté a José María Villalta lo de esta reunión, me dijo que había que decirle a los y las compas de Alajuela que buscaran una opción mejor. Pero lo cierto es que no ocurrió y la secretaría de las mujeres la apoyó. Tanto Edgardo como Ligia fueron electos en la Asamblea Provincial sin contendientes. Ya iniciándose la campaña me llamó Gerardo Vargas, para preguntarme que qué hacía Ligia Fallas en Limón, que porqué andaba haciendo actos electorales al margen de la estructura de Limón. Ahí prácticamente nos dimos cuenta, por lo menos algunos, que el proyecto del partido no era el de Ligia Fallas, empezaba a aprovechar el respaldo sindical para impulsar su propia agenda política que consistía en radicalizar el FA.
SAN JOSÉ. En esta provincia se conformaron al menos cuatro tendencias para elegir las candidaturas, que al final encabezaban, en la disputa por los primeros lugares, Patricia Mora, Rocío Alfaro, César López y Jorge Arguedas. Hubo otras personas pre-candidatas que terminaron apoyando a otras, ya sea retirándose antes o propiamente en la Asamblea Provincial, entre los primeros estuve yo, que retiré mi pre-candidatura a solicitud de Patricia Mora, quien fue convencida de que debía abrirse la posibilidad a candidaturas de otros sectores sociales y porque consideraba que no se debía descuidar la secretaría general; y entre los segundos, Fabio Chaves. También otros compañeros y otras compañeras hicieron campaña, pero para puestos secundarios en la papeleta. La tendencia en la que estaba Rocío Alfaro presentó según recuerdo cinco nombres para la elección. Se dieron entonces alineamientos, de un lado Patricia Mora por el primer lugar y Jorge Arguedas por el segundo y, del otro, Rocío Alfaro por el primer lugar y César López por el segundo. Con ligeras diferencias así votaron las personas delegadas y ganaron la postulación Mora y Arguedas. Luego vinieron los hechos conocidos. Una dirigenta sindical de ASDEICE acudió a lideresas y organizaciones feministas con documentos sobre la existencia de medidas cautelares en contra de Jorge Arguedas. En las previas en reuniones cantonales Arguedas y Chaves se presentaban como amiguísimos, luego de la elección ardió Troya. Realmente no sé si esa carta se la guardaron debajo de la manga o si conocieron de la existencia de esa denuncia después de la Asamblea Provincial, prefiero creer en esta última posibilidad. El partido y el candidato presidencial actuaron bien, se llevó el asunto a una Asamblea Nacional donde se 5 anuló la elección de Arguedas, finalmente quedó de candidato porque lo impuso el TSE no porque tuviera apoyo en el partido (por lo menos abierto y de la inmensa mayoría de la Asamblea Nacional, porque ciertamente hubo un pequeño grupo de hombres y mujeres, que le siguieron apoyando a pesar de las decisiones del partido o creyendo en su inocencia, en parte también para asegurar puestos para familiares o amigos). Arguedas quedó como candidato renegando del partido, nunca se consideró frenteamplista y en los mejores tiempos de campaña hizo publicaciones en las redes de sus visitas a las playas.
Para Ulloa “como puede observarse el balance no podía ser peor. En el afán de abrir espacios o darle amplitud al proyecto político, se decía que había tres candidaturas con experiencia como regidurías, tres personas sindicalistas, dos sacerdotes progresistas, reconocidos ambientalistas y una comunista”.
Asimismo acotó que “la procesión iba por dentro, empezó mal. De las nueve personas electas sólo una era fundadora del Frente Amplio y sólo tres eran previamente militantes comprometidos, me refiero a Patricia Mora, Gerardo Vargas y Edgardo Araya. Los demás eran cuando mucho recién llegados o sencillamente no tenían ningún compromiso militante”.
Finalmente, Ulloa aseveró que “me han preguntado si tendrían posibilidad de postularse o reelegirse esas personas que integraron la fracción del Frente Amplio en 2014-2018. Hay uno, Arguedas, que nunca fue del partido y tuvo una diputación entre intrascendente y conflictiva, que sería un suicidio político volver a postularlo. Vargas el de Guanacaste como se sabe renunció a su diputación y al partido. Otro, Hernández, renunció al partido siendo diputado y en medio de otro conflicto por supuesta violencia familiar. Hay otros que hasta donde entiendo no están en el partido, como Ligia Fallas y Fuler Ramírez que terminó dividiendo el partido en Heredia”.
“Dada la escasa capacidad de escucha, lo más probable es que estas recomendaciones caigan en el vacío, a pesar de esto me siento en la obligación de hacerlas, por lo menos para estar tranquilo con mi conciencia y porque de alguna manera son reflexiones y consideraciones autocríticas (es decir todo esto pasó siendo yo secretario general, así que no puedo obviar las responsabilidades que me correspondan)”, concluyó.