La importancia del liderazgo femenino en el mundo empresarial: una perspectiva de Claudia Daré

San José, 11 sep (elmundo.cr) – En una entrevista para ELMUNDO, Claudia Daré, directora y cofundadora de Latam Intersect, destacó la relevancia del liderazgo femenino en el ámbito empresarial, subrayando los beneficios que aporta a nivel organizacional y social.

Citando estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), mencionó que “el 54% de las empresas encuestadas afirma haber experimentado mejoras en términos de creatividad e innovación tras incorporar más mujeres en puestos de responsabilidad” y que “el 57% de estos encuestados garantiza que la presencia de mujeres en puestos de liderazgo promueve tanto la atracción de nuevo talento como la retención del talento existente”.

Daré enfatizó que las empresas que fomentan la igualdad de género en sus altos cargos “incrementan las habilidades interpersonales como la empatía y la orientación a las personas, que son fundamentales para el liderazgo”. Asimismo, aseguró que la presencia femenina en la dirección de equipos “hace diferencia en las relaciones dentro de las organizaciones”.

Desafíos y cambios necesarios para un liderazgo inclusivo

Durante su intervención, Claudia Daré destacó la importancia de que las mujeres crean en su capacidad para superar los obstáculos, como los prejuicios de género o las dificultades para equilibrar la vida profesional y familiar.

“Hay que creer en sí misma, en los sueños, en la capacidad y en el talento que una tiene para unirse a otras mujeres y realmente hacer la diferencia en las empresas, en las comunidades y en los lugares donde una está”, expresó con convicción.

Para Daré, la creación de una cultura inclusiva es esencial, no solo para las mujeres, sino para todos los colaboradores. En este sentido, explicó que el trabajo remoto ha sido una herramienta clave para muchas madres, ya que les permite “estar al lado de su hijo mientras trabajan, lo que promueve otra relación y otros incentivos”. En Latam Intersect, una agencia 100% remota, “las líderes que tenemos valoran la importancia de estar en casa y estar atentas a lo que pasa en su hogar, sin que esto interfiera en la calidad de las entregas”, afirmó.

El cambio empieza con la contratación

Daré subrayó también la necesidad de revisar los métodos de contratación y eliminar los prejuicios inconscientes que prevalecen, especialmente contra las mujeres jóvenes. “Hay que promover programas que realmente puedan hacer diferencia y que la gente vea el liderazgo femenino y la importancia de la mujer dentro de las empresas”, manifestó.

Uno de los ejemplos que mencionó es el prejuicio contra las mujeres que recién se casan y son vistas como un riesgo porque “luego va a embarazarse”. Ante esto, Daré enfatizó la importancia de “realizar capacitación sobre prejuicios inconscientes”, un tema común no solo hacia las mujeres, sino también hacia las minorías.

Políticas empresariales y un futuro más equitativo

En cuanto a los avances en la lucha contra la discriminación de género, Daré destacó que la igualdad en los puestos de liderazgo se ha convertido en “un nuevo pilar de la cultura organizacional de las empresas”. Aunque todavía queda mucho por hacer, hay “una conciencia de que hay que hacer cambios” y cada vez más empresas implementan políticas que apoyan a las mujeres en su desarrollo profesional.

Citó el informe global de brecha de género de 2020, elaborado por el Foro Económico Mundial, que indica que el 36% de los puestos directivos en el sector privado y público están ocupados por mujeres. Sin embargo, “para cada 100 hombres promovidos a puestos directivos, solo 72 mujeres son promovidas”. Esto refleja los avances, pero también deja claro que “aún hay mucho que hacer”.

Para Daré, la clave está en “invertir en una estructura inclusiva”, lo que no solo mejora las relaciones humanas dentro de las empresas, sino que también “crea un ambiente de trabajo más justo y equitativo para todas las personas”. Destacó la importancia de desarrollar planes de acción que fomenten la equidad en los puestos directivos, los cuales deben incluir “comunicación interna, entrenamiento y trabajo de concientización sobre la equidad dentro de una cultura organizacional”.

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