El encuentro entre Pérez Zeledón y Alajuelense ofreció uno de los mejores espectáculos futbolísticos del Torneo de Apertura 2024 hasta ahora, con un empate 2-2 que, sin duda, hizo que el boleto valiera la pena. Ninguno de los equipos merecía la derrota, y el empate final se sintió como el resultado más justo para un partido tan parejo.
Alajuelense, que continúa su invicto y mantiene el liderato, tuvo que remar desde atrás en dos ocasiones para rescatar un punto en una de las canchas más difíciles del país, el Estadio Municipal de Pérez Zeledón. San Isidro de El General es conocido por su complejidad, y más aún bajo la dirección del técnico Horacio Esquivel, cuyo equipo ha demostrado ser duro de vencer, aunque tampoco ha encontrado la manera de cerrar los partidos para llevarse victorias.
Un partido cargado de emociones
Desde el inicio, el partido prometía ser un desafío para ambos equipos. La Liga, que venía de un intenso viaje a Guatemala tras enfrentar a Comunicaciones por la Copa Centroamericana, presentó una alineación con varias rotaciones, en parte debido a la carga de juegos. Sin embargo, esto no restó intensidad al partido. A pesar de las ausencias notables, como la de Celso Borges, los rojinegros demostraron por qué son los líderes del campeonato.
Alexandre Guimaraes, técnico de Alajuelense, realizó ajustes significativos en su equipo, una decisión esperada dado el desgaste físico de los jugadores tras el reciente encuentro internacional. El gol más espectacular de la noche llegó justo antes del descanso, cuando Larry Angulo sacó un potente disparo que terminó en el fondo de las redes tras un preciso pase de Alberto Toril. Este gol en el minuto 45+3 encendió el partido justo cuando los rojinegros buscaban igualar las acciones.
Un segundo tiempo de ida y vuelta
El complemento mantuvo la misma intensidad, con la lluvia como un factor adicional que hizo que la cancha se volviera más rápida y el partido aún más impredecible. Pérez Zeledón, fiel a su estilo combativo, nunca dejó de presionar y buscar el gol, mientras que Alajuelense, con una mentalidad férrea, no estaba dispuesta a perder su invicto ni el liderato.
El árbitro tuvo un papel clave en el desarrollo del partido, apoyándose en el VAR en momentos cruciales. Primero, cambió su decisión inicial de no pitar un penal, y posteriormente, tras considerar una tarjeta roja para Jefferson Rivera, la modificó por una amarilla tras revisar la acción en el monitor. Estas decisiones ayudaron a mantener el equilibrio en un partido que, por momentos, parecía inclinarse hacia cualquiera de los dos lados.
Un empate valioso para Alajuelense
Aunque Alajuelense no logró llevarse los tres puntos, el empate tiene un sabor positivo para el equipo dirigido por Guimaraes. Jugar en San Isidro de El General nunca es fácil, y hacerlo contra un Pérez Zeledón que siempre es combativo y difícil de superar en casa, agrega valor al punto obtenido. Además, este partido demostró la profundidad del plantel manudo, que supo responder a las adversidades sin varias de sus figuras clave.
Los rojinegros ahora cambian de enfoque y se preparan para el crucial encuentro de vuelta ante Comunicaciones, donde se decidirá qué equipo avanza a las semifinales de la Copa Centroamericana. Con una serie de desafíos por delante, incluyendo la intensa carga de partidos y los desplazamientos, Guimaraes deberá seguir gestionando el plantel con inteligencia para mantener el nivel en ambas competiciones.
Alajuelense sigue en lo más alto del Torneo de Apertura y, aunque este empate interrumpió una posible racha de victorias, no ha perdido el rumbo. La Liga continúa siendo el equipo a vencer y ha demostrado que, incluso en los momentos más difíciles, siempre encuentra la manera de responder en el campo.