La Sele en la Uncaf: conceptos básicos, sistema táctico y afición

San José, 24 ene (el mundo.cr) – La copa de naciones Uncaf llegó a su final el domingo pasado, y para la selección de Costa Rica significó una de las peores actuaciones  en su historia, ocupando un cuarto lugar y ganando solo un partido contra la selección de Belice.

JUGADORES
Los jugadores nacionales mostraron un rendimiento muy bajo en todos los encuentros disputados.
La intensidad, la movilidad, el desmarque, los desdobles, las coberturas, la amplitud de juego, pensar antes de tener el balón, el control dirigido, llegar a ocupar los espacios libres y la técnica individual, son algunos conceptos básicos de los muchos que se manejan en el ámbito del fútbol, y que ésta selección por algún motivo en muchos lapsos de los juegos no los practicaron. Los jugadores son profesionales y no los desconocen, pero la inercia presentada a lo largo del torneo refleja un problema de fondo que el cuerpo técnico deberá identificar y corregir.
Muchos no aprovecharon la oportunidad brindada para mostrarse, otros más consolidados dejaron serias dudas, señalar a algunos no tiene caso ya que la culpa es de todos, al igual que cuando se gana el triunfo es de todos.
No se debe hablar de selección “A” y selección “B” para evadir responsabilidades debido a que cada jugador seleccionado, indiferentemente del tipo de torneo o partido, tiene la responsabilidad de defender futbolísticamente a nuestro país, representar a miles de personas que les gusta este deporte y brindar su máximo esfuerzo.

CUERPO TÉCNICO
El cuerpo técnico encabezado por Oscar Ramírez decidió iniciar todos los cinco juegos de la misma forma, con un sistema 5-2-3 (cinco defensas, dos medios y tres delanteros), que en teoría y bien aplicado debería llamarse un 3-4-3 (tres defensas, dos volantes-laterales, dos medios y tres delanteros), pero la función de los volantes-laterales determinan si el sistema es ofensivo o defensivo.
Cuando se juega de esta manera, con tres centrales y dos laterales-volantes, las características de estos últimos deben ser muy específicas para considerar que es un planteamiento atrevido. Deben ser veloces, habilidosos, con buena técnica, tener mucha movilidad y sobre todo, deben ser los futbolistas con mayor capacidad  física, para así recorrer toda la banda tanto en defensa como en ataque.

Cuando La Sele juega en las eliminatorias, encontramos en esa posición a Cristian Gamboa y a Ronald Matarrita, o el mismo Byan Oviedo, quienes tienen esas cualidades y provocan una gran amplitud en el juego junto con un despliegue físico muy notable. En este caso sí podríamos hablar de un 3-4-3 donde los jugadores por fuera cumplen las funciones de ataque como debe ser.

Por el contrario, en esta copa Uncaf, esas posiciones las ocuparon futbolistas con características muy distintas, tanto Meneses, Miranda, Ordain y Leal, son de vocaciones defensivas, lo que provoca que prioricen la defensa por encima del ataque y, sus condiciones no son las adecuadas para poder sumarse a la línea delantera, con jugadores de este perfil sin duda podríamos hablar de un sistema 5-2-3 (cinco defensas, dos medios y tres delanteros) lo que genera poca compañía tanto en media cancha como en ofensiva.
Esta situación de mantener el esquema táctico, se podría interpretar como una manera en que los jugadores que no han mostrado una regularidad en otros llamados, vayan entendiendo la idea de juego que se practica en eliminatorias, pero, por lo mostrado pareció que no tuvo el efecto que Ramírez  esperaba.
Tanto Oscar Ramírez, como Alejandro Larrea y  Luis Marín, deben tener claro con quienes pueden contar y con quienes no en el futuro. Este experimento no salió bien, pero fue un momento justo para que puedan tomar las decisiones necesarias y que esto no ocurra en partidos rumbo a Rusia 2018.

AFICIÓN
Los aficionados ticos se mostraron muy desilusionados con el actuar de la tricolor, acostumbrados a grandes alegrías en los últimos tiempos, no podían creer la amargura que se vivió contra equipos que no representaban mayores complicaciones.
Pero ahora solo queda un camino: apoyar al máximo a nuestra selección.
Confiar en el proceso que se ha venido desarrollando con los jugadores que juegan en el extranjero y el contagio que éstos generan en los locales, mostrando otra cara con respecto a lo vivido en Panamá.
La Copa Uncaf fue un trago muy amargo para el fútbol nacional, pero ya pasó, ahora las fuerzas deben concentrarse en conseguir lo más rápido posible el boleto para el próximo mundial en Rusia.

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