El clásico nacional entre Saprissa y Alajuelense dejó emociones, goles, lluvia y tensión… pero también una estela de decisiones arbitrales polémicas que, según dos analistas experimentados, no fueron debidamente revisadas por el VAR. Mientras Hugo Cruz intentó controlar un partido de alto voltaje, las omisiones tecnológicas volvieron a encender el debate.
Los exárbitros Greivin Porras y Orlando Portocarrero coincidieron en señalar que hubo jugadas clave que debieron al menos pasar por una revisión más rigurosa del sistema de videoarbitraje, pero que fueron ignoradas o desestimadas en el desarrollo del juego.
La falta sobre Joseph Mora antes del penal
Para Greivin Porras, uno de los errores más evidentes fue no haber revisado una falta cometida sobre Joseph Mora en la jugada que terminó con un penal a favor de Alajuelense tras derribo a Joshua Navarro.
“En mi opinión hubo una falta sobre Joseph Mora previo al penal. Creo que se debió llamar por parte del VAR para revisar”, comentó.
Aunque Porras respalda la tarjeta amarilla que recibió Kendall Waston por el penal, considera que la acción previa condicionaba todo el desarrollo posterior.
El primer gol manudo y la duda con Waston
Otra jugada señalada por Porras es el segundo gol de Alajuelense, donde Waston parece golpear a un jugador rojinegro antes de la anotación. El gol fue convalidado, pero no se revisó si el defensor merecía una segunda amarilla o incluso una roja.
“Se debió dejar correr como se hizo, pero luego revisar lo de Kendall para una eventual tarjeta roja o al menos amarilla”, apuntó el analista.
⏰ 62’ Jason Lucumí marca y Alajuelense se acerca en el marcador.
➡️ Presentado por: KAIYI COSTA RICA
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— FUTV (@FUTVCR) May 18, 2025
La visión de Portocarrero: control general, pero con detalles
Orlando Portocarrero, por su parte, defendió el trabajo general de Hugo Cruz, pero no dejó pasar detalles que pudieron cambiar el curso del juego.
“Fue un partido muy difícil de dirigir, y dentro de todo, Hugo Cruz sacó adelante el encuentro. Pero sí hubo errores humanos que pudieron corregirse con el VAR”.
Sobre la misma jugada del penal, Portocarrero explicó que no debía sancionarse con roja directa, ya que Waston intentó disputar el balón:
“Sí lo derriba, pero hay una tentativa de disputar el balón. Por eso se considera amarilla y no roja”.
Sin embargo, sumó que si se toma en cuenta una falta anterior en el área —un empujón que a su juicio merecía amonestación—, entonces sí había acumulación de amarillas y Waston debió ser expulsado.
“Un jugador que comete ese tipo de faltas debe ser sancionado con doble amarilla y perderse el siguiente partido. Hugo no lo vio así, pero en mi opinión, esa primera falta sí merecía amonestación”.
¿Un VAR con criterio selectivo?
Ambos coinciden en algo: el VAR estuvo, pero no se aplicó con el rigor necesario en las jugadas más sensibles del clásico. El arbitraje, otra vez, se convierte en un actor protagónico en los partidos más importantes del torneo.
Con la final aún abierta, la preocupación es evidente: ¿qué sucederá si un error arbitral vuelve a decidir el campeonato? El análisis técnico y las herramientas están, pero la decisión de usarlas oportunamente sigue siendo el mayor reto del arbitraje nacional.