Romería a Cristo Negro es declarada patrimonio cultural de Guatemala

esquipulas

Ciudad de Guatemala, 05 ene (AFP) – La masiva peregrinación de feligreses de Centroamérica y el sur de México hacia Guatemala cada 15 de enero, para venerar al Cristo Negro de Esquipulas (este), fue declarada este martes Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, informó el Ministerio de Cultura y Deportes.

“Considerando que la tradición cultural de la Romería a Esquipulas se ha transmitido de manera intergeneracional constituyéndose como una manifestación social, histórica, religiosa y cultural con valor excepcional”, se acuerda declararla Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, detalló el ministerio en un acuerdo publicado en el oficial Diario de Centro América.

Cada 15 de enero, desde hace más de 400 años, miles de peregrinos centroamericanos y de los estados sureños de México llegan en romería hasta la Basílica del Cristo Negro en el municipio de Esquipulas, 230 km al este de la capital y fronterizo con Honduras.

El crucificado Cristo Negro fue esculpido por el portugués Quirio Cataño y entregada a la comunidad el 9 de marzo de 1595. En 1996, el Papa Juan Pablo II visitó el poblado y lo bautizó como la “capital centroamericana de la fe”, debido a la multitudinaria afluencia de feligreses y turistas.

El color del Cristo se atribuye al interés de Cataño por representar la piel de los indígenas chortís que habitan la región, una de las 23 etnias existentes en Guatemala y quienes pagaron el trabajo del escultor, según han explicado autoridades católicas.

“La ciudad de Esquipulas ha sido parte importante del fervor religioso y cultural por más de 400 años”, detalló el documento oficial.

Como parte de la romería, miles de motociclistas viajan desde Ciudad de Guatemala a Esquipulas en la Caravana del Zorro, una tradición que una familia guatemalteca comenzó en 1961 como culto al Cristo Negro. Esta travesía fue declarada en 2011 Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.

Además de la religiosidad, a mediados de la década de 1980, Esquipulas fue también sede de la cumbre centroamericana que marcó el principio del fin de los conflictos armados que azotaban en aquel momento a la región.

 

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