Berlín, 10 sep (dpa) – Primero dominó una plaza en el centro de Berlín hasta la caída del Muro, después cayó en desgracia y fue despedazada y enterrada en un bosque cercano y ahora forma parte de una exposición: La cabeza de Lenin vuelve a ver la luz.
Tras casi 24 años bajo tierra y tas un debate sin fin sobre si no era mejor dejarla donde estaba, la cabeza de granito rojo de 1,7 metros de altura y 3.900 kilos de peso fue desenterrada hoy para convertirse en la estrella de una muestra en la ciudadela de Spandau, en el oeste de la ciudad.
Una grúa se encargó de sacar la gigantesca cabeza del revolucionario ruso oculta en una colina de tierra en un bosque en el sureste de la periferia de la ciudad después de la caída de la República Democrática Alemana (RDA). Una acción menos espectacular que cuando surcó los cielos de Berlín colgada de un helicóptero en la famosa película “Good Bye, Lenin!”.
Un camión de plataforma baja especial para el transporte de carga pesada fue el encargado de llevarla hasta la antigua fortaleza. Una vez allí, una carretilla elevadora la colocó en un palé en el patio interior.
La cabeza espera ahora de lado, apoyada sobre el perfil derecho de la cara, a la inauguración de la exposición permanente prevista para la próxima primavera (boreal) y titulada “Al descubierto. Berlín y sus monumentos”.
“Son interesantes los hitos en la historia alemana. Estos se mostrarán con la exposición a través de los monumentos”, explicó la directora del museo, Andrea Theissen.
La estatua de Vladímir Ilich Lenin (1870-1924) estaba ubicada en la plaza homónima, que hoy en día se llama la Plaza de las Naciones Unidas. El monumento, obra del escultor soviético Nikolai Tomski, se inauguró por todo lo alto con motivo del centenario del “fundador del Estado soviético” en abril de 1970. En noviembre de 1991, unos obreros la trasladaron con una grúa y una excavadora.
La estatua fue dividida entonces en 130 partes y enterrada, pero sólo la cabeza volvió a ver hoy la luz. El resto del cuerpo del monumento sigue oculto.