San José, 18 set (elmundo.cr) – Sectores de la pesca artesanal y turismo de distintas regiones en las provincias de Puntarenas y Guanacaste celebran que la pesca de arrastre no será permitida en Costa Rica, a pesar de los múltiples intentos por reactivarla.
Martín Contreras, presidente de la Cámara de Pescadores Armadores y actividades afines de Guanacaste señaló que “celebramos esta decisión de los diputados y agradecemos que escucharan al pueblo y rechazaran el arrastre, beneficiando no sólo a los océanos y a tantas especies que se veían afectadas, sino también a miles de pescadores artesanales que necesitamos de océanos saludables para llevar sustento a nuestras familias”.
Luego de más de dos años de lucha, la iniciativa fue archivada por mayoría, con 31 votos en contra de esta técnica de pesca que según los pescadores artesanales ponía en riesgo a miles de pescadores, operadores turísticos y la sostenibilidad de los ecosistemas marinos.
“Desde que inició esta discusión muchas organizaciones y universidades de renombre demostraron, con la ciencia, por qué no existe la pesca de arrastre artesanal. Nosotros mismos lo hemos visto en el mar, la pesca de arrastre es una injusticia contra todas las especies”, agregó Contreras.
Por su parte, Fundación MarViva, que desde un inicio evidenció las carencias e incongruencias del estudio realizado por el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), celebró que una decisión tan trascendental fuera tomada con la seriedad que merece.
“La Asamblea Legislativa decidió escuchar a un país que mayoritariamente se oponía a seguir arrastrando sus mares para beneficiar a unos pocos. El manejo de nuestros mares debe darse basado en la mejor información científica disponible. Hoy la Ciencia indica claramente que el arrastre como técnica de pesca no es sostenible”, manifestó Jorge Jiménez, director general de Fundación MarViva.
Datos de MarViva muestran que en la pesca de camarón por arrastre, entre el 70% y 90% de la captura no es camarón, sino peces de interés artesanal y especies protegidas en estado de vulnerabilidad. Además, destruye las comunidades que viven en esos hábitats y libera enormes cantidades de gases de efecto invernadero.
“La pesca de arrastre solo trae pobreza, es un crimen para muchas especies. Desde su prohibición hemos vuelto a ver especies que habían desaparecido; la pesca de arrastre lo que trae es miseria y hambre a la gente más humilde”, comentó José Miguel Gómez, pescador artesanal de la zona de Guanacaste.