San José, 6 set (elmundo.cr) – La ruta 27 a Caldera mantiene una necesidad urgente de mejora en taludes y radiales, así lo revela el sétimo informe de análisis de la carretera realizado por el Laboratorio Nacional de Modelos y Materiales Estructurales, LANAMME.
El documento revela los hallazgos correspondientes al período 2016 – 2017.
En el informe se indica que el 42% de la vía San José – Caldera tiene condiciones deslizantes o muy deslizantes, lo que representa un riesgo para los conductores, ya que reduce la posibilidad de agarre a la hora de frenar principalmente en condiciones de lluvia o bajas temperaturas, lo que puede provocar accidentes.
Además de esta alerta, los ingenieros del LANAMME detectaron un aumento en los puntos de impacto que se registran en las barreras de contención a lo largo de la troncal principal. Según el informe se encontraron 30 sitios impactados.
Para los expertos del laboratorio “los hallazgos descritos y señalados en el informe INF – PI – UGERVN – 04 – 2017, requieren de una atención prioritaria por parte del concesionario, ya que son problemas que van más allá del contrato, y están más relacionados a un tema de buenas prácticas”.
En el informe se indica que los “análisis realizados revelan que el proyecto cuenta en general con una muy buena capacidad estructural y una condición funcional calificada como regular”.
El análisis realizado establece que “en términos generales, se puede destacar que el área total deteriorada en la ruta se incrementa cada año, siendo el sentido Caldera – San José el que presenta una mayor cantidad de deterioro”.
SEGURIDAD VIAL
En el informe se indica que el deterioro en general de la ruta, puede ser calificado como normal, debido a que se debe al paso de los vehículos que provocan que la estructura pierda resistencia.
Lo que sí preocupa a los expertos, es lo relacionado con la seguridad vial, debido a los niveles bajos de agarre que se detectaron en casi la mitad de la ruta, lo que aumenta la posibilidad de accidentes de tránsito, principalmente en condiciones de humedad.
En el informe se indica que aunque se dio una mejoría de los tramos deslizantes y muy deslizantes en comparación con lo registrado hace un año, el porcentaje de riesgo sigue siendo muy alto.
Para evitar el riesgo a los conductores, el LANAMME indicó que “se deben realizar mantenimientos del tipo tratamiento superficial, para ambos sentidos de circulación”.
Otro aspecto que preocupó a los ingenieros, es que se debe dar un mejor mantenimiento a las barreras de contención, ya que muestran impactos vehiculares y deformaciones que reducen su función original de “ayudar a disminuir la gravedad de los accidentes cuando los choferes de los vehículos pierden el control y se salen de la vía”.
Se detectaron, además, otros elementos en la vía que representan un riesgo a la hora de circular por la ruta como “secciones de corte y relleno con pendientes pronunciadas, y que propician la aparición de deslizamientos de materiales, además de cunetas profundas sin ningún tipo de protección en caso de que un vehículo caiga en ellas, cabezales expuestos de alcantarillas, aproximaciones a puentes sin señalización ni dispositivos adecuados de seguridad vial, entre otros”.
RADIALES
Para los expertos del LANAMME, al igual que la troncal principal, las radiales de la vía muestran también una ligera tendencia al detrioro y se agrega, que excepto por la Radial a Escobal, las demás (Atenas, El Coyol y Turrucares) necesitan ser reconstruidas de manera urgente.
En las radiales también se detectaron niveles alarmantes de riesgo por su condición deslizante o muy deslizante.
TALUDES
Para el sétimo informe de evaluación el LANAMME visitó seis puntos o taludes, donde, indica el informe, se “sigue observando el deterioro de los elementos ubicados para evitar los deslizamientos, como por ejemplo las mayas metálicas y el concreto lanzado”.
Esta condición de riesgo en los taludes se mantiente desde el 2011, cuando el laboratorio realizo el primer informe donde se indicó la deficiencia de los taludes.
Nuevamente, el LANAMME realiza la advertencia a las autoridades, a estar alertas por el ingreso de la época lluviosa la cual provocará que se desprenda más material de las laderas, el cual no solo pone en riesgo a los conductores, sino que existe la posibilidad de que sature las cunetas y genere un problema adicional de estancamiento de agua.
Todos los hallazgos y recomendaciones del informe ya se enviaron a las autoridades del MOPT, Consejo Nacional de Concesiones y la empresa concesionaria de la ruta.