
San José, 17 jul (elmundo.cr) – El conocimiento científico y la experiencia técnica de un grupo de microbiólogos de la Universidad de Costa Rica (UCR), permitió identificar por primera vez a nivel mundial y en suelo costarricense, una nueva bacteria del grupo de las Rickettsias, agrupación de microorganismos actualmente considerada como una de las más dañinas para el ser humano.
El microorganismo llevará por nombre “Candidatus Rickettsia nicoyana”, debido a que fue hallada en la garrapata de un murciélago procedente del cantón de Nicoya, y aislada mediante técnicas moleculares en el Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET) de la UCR.
El descubrimiento es parte del trabajo que el CIET viene realizando desde el 2008 en el tema de Rickettisias. Éste género bacteriano se caracteriza por ser parásitos intracelulares, y habitar en animales invertebrados como piojos, pulgas y garrapatas, últimos encargados de infectar al ser humano.
Actualmente, hay un total de 32 especies de Rickettisias registradas en todo el mundo, más aproximadamente 20 “Candidatus”. De esa cifra, se tiene conocimiento que 22 son peligrosas para las personas, y pueden provocar una serie de enfermedades.
Una de las más conocidas es la Rickettsia rickettsii, patógeno trasmitido por garrapatas y encontrada también en Costa Rica, que de no ser tratada a tiempo puede ocasionar la muerte.
Adriana Troyo, investigadora del CIET, indicó que la detección realizada por la UCR fortalece el conocimiento científico internacional, y convierte a Costa Rica en el primer país de Centroamérica y el Caribe en identificar un nuevo tipo de rickettsia en una garrapata suave (artrópodo que carece de un escudo sólido). Además, abre una nueva oportunidad para iniciar acciones orientadas a vigilar el comportamiento que pueda tener la Candidatus Rickettsia nicoyana, al entrar en contacto con personas y animales.
“Las Rickettisias son un grupo de bacterias potencialmente patógenas para el ser humano. Aún no sabemos si la Candidatus Rickettsia nicoyana puede enfermar a las personas, pero identificarla es el primer paso para lograr vigilarla. Hay casos de bacterias como la rickettsia parkeri, que fue descrita hace décadas, pero después se descubrió que infectaba a la gente y causaba cuadros de fiebre. Por lo tanto, este nuevo descubrimiento no puede pasar desapercibido”, agregó.

Con el nuevo hallazgo, el CIET reafirma su compromiso con la salud pública nacional y mundial. En los últimos nueve años este centro de investigación ha logrado detectar un total de nueve especies de rickettsias en garrapatas de animales domésticos. Ahora por primera vez, y con la detección de la Candidatus Rickettsia nicoyana, el Centro da un nuevo salto investigativo hacia el estudio de estas bacterias en animales silvestres.
Los científicos no solo lograron detectar al microorganismo, sino también promover su crecimiento en células Vero (células de riñón de primate) en el Laboratorio de Virología del CIET-UCR.
Rolando Moreira Soto, biotecnólogo y biólogo molecular del Centro, explicó que aislar la bacteria en cultivo celular es necesario para tenerla pura, es decir, sin contaminación de otro tipo de microorganismos. Esto con el fin de realizar futuras pruebas de patogenicidad y, lo más importante, conocer si “Candidatus R. nicoyana” es capaz de infectar y reproducirse en mamíferos.
“Hay rickettsias que no son capaces de aislarse en un laboratorio, porque no crecen en células que no sean específicas de su animal o insecto. En este caso, tenemos una rickettsia que aunque proviene de una garrapata de murciélago, está logrando reproducirse e infectar células de riñón de primate. Esto quiere decir que es una potencial bacteria capaz de reproducirse en las células del ser humano”, afirmó.
Los análisis genéticos también relevaron que la nueva bacteria tiene características que la hacen pertenecer al grupo de las fiebres manchadas. Aquí se incluyen las especies de Rickettsia más perjudiciales, las cuales generan fiebres altas y sarpullido en las personas contagiadas.
El descubrimiento de “Candidatus Rickettsia nicoyana”, vino de la mano con el reconocimiento de una especie de garrapata identificada por primera vez en Costa Rica: la Ornithodoros knoxjonesi. Su descripción se logró después de extraer su material genético, obtener la secuencia de su ADN, e identificar su especie con ayuda de investigadores latinoamericanos.
“Identificar la garrapata fue un reto importante. Las garrapatas de dónde proviene la Candidatus Rickettsia nicoyana se encontraban en etapa de larva, con un tamaño aproximado de un milímetro. Esto hacía muy complicado su identificación. Por eso, se nos ocurrió hacer una amplificación genética y estudiar la secuencia de su ADN. Con ayuda de colaboradores internacionales, junto con una larva encontrada en Nicaragua, se logró identificar la especie”, mencionó Troyo.
Ubicar el tipo de garrapata es clave para conocer posibles conductas que pueda manifestar la rickettsia encontrada en Costa Rica. Troyo explicó que algunas clases de garrapatas tienen asociación estrecha con rickettsias específicas, por lo que es necesario saber su procedencia exacta.
El siguiente paso para los expertos de la UCR, será llevar a cabo infecciones en las células Vero en diferentes temperaturas. Según Troyo, la temperatura puede afectar en el crecimiento de las bacterias. Si la Candidatus Rickettsia nicoyana no crece a 37 grados, temperatura del cuerpo humano, es posible que no vaya a ser un patógeno mortal. “Lo importante es ir descartando posibilidades”, concluyó.