San José, 03 oct (elmundo.cr) –Con un artículo titulado “Qué atrevida es la ignorancia”, el exministro de Educación Leonardo Garnier Rímolo, desbarató los argumentos del diputado y candidato presidencial Fabricio Alvarado respecto a la discusión sobre una supuesta ideología de género que está detrás de los programas de educación sexual y afectiva.
La posición de Garnier surge a raíz del discurso de campaña de Alvarado, quien aspira a la presidencia de la República por el evangélico Partido Restauración Nacional (PRN), que basa su arenga en una supuesta defensa de la familia conformada estrictamente por una pareja heterosexual.
Alvarado usó sus redes sociales para difundir un virulento discurso contra los programas de educación sexual impulsados por Garnier en su gestión como ministro de Educación durante el gobierno de Laura Chinchilla (2010-2014).
Alvarado aseguró que en caso de llegar a la Presidencia de la República, su primer decreto vendría a eliminar cualquier vestigio de “ideología de género” contenida en los programas de estudio.
Estos programas, aprobados en 2012 e implementados por el actual gobierno están dirigidos a que los estudiantes puedan acceder a herramientas para un mayor conocimiento de su sexualidad y la educación sobre los riesgos de un ejercicio irresponsable de la misma, tal es el caso de un embarazo adolescente o del contagio de enfermedades de transmisión sexual.
“El candidato auto-proclamado cristiano Fabricio Alvarado nos dice que su primer decreto como presidente sería ‘eliminar la ideología de género en la educación pública y en todas las instituciones de gobierno’”, manifestó Garnier, al tiempo que expuso dos ejemplos para traerse abajo el argumento del candidato del PRN.
Con un mensaje contundente, el exministro dijo: “la ideología de género no existe”. De seguido agregó que todo se trata de un invento de los grupos conservadores radicales- lugar en el que encasilló al candidato evangélico- para atemorizar a las personas contra algo que: “es tremendo sentido común: la necesidad de que en nuestras escuelas y colegios siga habiendo, como hay desde 2012, una educación responsable en sexualidad y afectividad”, acotó.
Alvarado, quien se inviste a sí mismo como el candidato a favor y en protección de la familia conocida como tradicional, anunció ayer que tomaría la medida de eliminar todo indicio de la “ideología de género” para contrarrestar las políticas de la actual Administración.
El congresista considera que el gobierno ha invadido los programas de educación y a las instituciones públicas con decretos y acciones encaminadas a posicionar dicha “ideología”.
“Respetamos la diversidad y a las poblaciones LGBTI, pero la manera en que este gobierno ha actuado, imponiendo ese estilo de vida e imponiendo esa ideología, pues nos parece incorrecta y sobre todo violatoria de los derechos de las personas en cuanto a lo que piensan y lo que creen”, reprochó.
En medio de la contienda electoral, que cada vez toma más fuerza, Alvarado se abre paso contra la “ideología de género”, escudado en que su intención no está cargada de irrespeto hacia las diferencias, ni en dejar de lado la atención de una política de no discriminación en ningún tema.
Aunado a ello, el diputado insistió en que “no debe haber ninguna discriminación ni por orientación sexual, ni por discapacidad, ni por religión, ni por cualquier otro tema”.
El exjerarca de Educación remató su posición, tratando de paranoico a Alvarado. “Un extraño pánico a quienes no son como él cree ser. Una muestra más de su limitada comprensión del amor al prójimo”, criticó.
Sobre la propuesta de emitir un decreto, Garnier increpó de inmediato al candidato evangélico, a quien señaló de no estar calificado para el cargo de presidente, ni tampoco de diputado; de seguido un golpe bajo inesperado en materia constitucional.
“Con esto don Fabricio da una muestra más de no estar calificado para el cargo de presidente (ni para el de diputado): no sabe que la política educativa no se puede definir ‘por decreto’ sino que existe un mandato CONSTITUCIONAL (sic…) que asigna esa tarea al Consejo Superior de Educación; y la constitución manda esto precisamente para que el gobierno de turno no pueda alterar la política educativa como desea don Fabricio si no es por acuerdo del Consejo”, detalló el dos veces ministro de Educación.
El candidato presidencial emitiría una directriz al Consejo Superior de Educación, para que modifiquen los contenidos académicos y se elimine ese término, acuñado en el ámbito católico, allá por los años ´90.
También pondría sobre la mesa un decreto para que en todas las instituciones del sector público ocurra lo mismo: eliminar los decretos y reglamentos de la “ideología de género”.