Las mujeres de Costa Rica son clave en la sostenibilidad ganadera

San José, 12 ago (elmundo.cr) – A pesar de enfrentarse a importantes barreras, las mujeres rurales desempeñan un papel cada vez más central en el sector agrícola de Costa Rica, contribuyendo de forma clave a la gestión sostenible de la agricultura y la ganadería.

El programa de Ambición Climática para Mejorar el Uso de la Tierra y la Agricultura (SCALA) aborda las necesidades y experiencias específicas de las mujeres rurales de Costa Rica, garantizando que las soluciones desarrolladas sean pertinentes y eficaces, adaptadas a sus condiciones reales.

“Un aspecto central del enfoque del programa es amplificar las voces de las mujeres, lo que sigue siendo un acto revolucionario, permitiéndoles definir sus funciones y contribuciones en la agricultura. A pesar de que a menudo no poseen activos productivos, las mujeres son esenciales para las operaciones agrícolas y asumen grandes responsabilidades, lo que conlleva largas jornadas de trabajo que combinan las tareas agrícolas con las domésticas”, dijo Sylvia Chaves, especialista en género de la Representación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Costa Rica.

Según el estudio de la OCDE “Igualdad de Género en Costa Rica”, las mujeres dedican 23 horas semanales adicionales al trabajo doméstico no remunerado en comparación con los hombres. El Banco Central también estimó que en 2022 el valor del trabajo doméstico no remunerado era de 9,6 billones de colones, equivalente al 21,4 por ciento del Producto Interno Bruto del país.

El programa elaboró la Estrategia de Igualdad de Género e Inclusión Social de SCALA

La “Estrategia de Igualdad de Género e Inclusión Social” de SCALA en Costa Rica se centró inicialmente en conocer las experiencias de las mujeres en la ganadería. Para ello se realizó un “Análisis de la situación de las mujeres ganaderas en Costa Rica”, un estudio pionero que implicó directamente a las mujeres y ayudó a identificar las brechas de género y los obstáculos a la plena participación de las mujeres en el sector.

El análisis reveló que solo el 42% de las mujeres son propietarias de las tierras que trabajan, lo que limita su acceso al crédito y restringe su participación en los debates sectoriales. Además, la mayoría de las mujeres gestionan menos de 20 hectáreas y poseen menos animales que los hombres. Los retos económicos también son importantes, ya que el 85% de las mujeres no reciben ninguna compensación económica por su trabajo agrícola, lo que las obliga a buscar ingresos adicionales fuera de la producción ganadera, aumentando su carga de trabajo general.

El estudio también reveló que el 77% de las mujeres necesita más formación, y el 75% no participa en programas pertinentes adaptados a sus necesidades. Además, sólo el 16% de las mujeres ocupan cargos en las juntas directivas de organizaciones ganaderas, y su participación se ve a menudo limitada por las prácticas discriminatorias y las responsabilidades domésticas.

“La FAO y el PNUD están ayudando al Ministerio de Agricultura y Ganadería con la evaluación del actual Plan de Acción de la Política de Igualdad de Género (2020-2023) y el desarrollo del Plan II. Esta asociación presenta una valiosa oportunidad para abogar por medidas que garanticen la participación equitativa de las mujeres en la ganadería, pasando de considerar la igualdad de género como un requisito del proyecto a integrarla como una obligación legal, social y moral fundamental”, comentó Sylvia Chaves, especialista en género de la Representación de la FAO en Costa Rica.

El Programa apoya la formulación de políticas públicas e iniciativas que tengan como objetivo reducir estas disparidades de género y mejorar el desarrollo y el bienestar de las mujeres y sus familias en la agricultura. Comprender las realidades de las mujeres permite diseñar políticas que no solo reflejan sus necesidades, sino que también aborden las brechas de desigualdad y apoyen su desarrollo.

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