San José, 28 nov (Elmundo.cr) – Kenneth Alfaro Rojas era un joven alegre que disfrutaba de la vida, pero sobre todo era feliz participando en el equipo de fútbol de las Olimpiadas Especiales.
Kenneth era un muchacho de 32 años con Síndrome de Down, asistía a la escuela, participaba en deportes, y ayudaba a su mamá, Jeannette Rojas, en su casa en Aserrí.
El pasado miércoles, después de varios días con problemas de salud, fue llevado por su mamá a la Clínica Marcial Fallas, donde según denuncia su madre Rojas, no se le dio la atención oportuna y después de recetarle suero y “gravol”, fue enviado a la casa, a pesar de su alta fiebre y problemas respiratorios.
Los problemas en su casa fueron empeorando entre jueves y viernes, de la semana anterior, y Kenneth murió en horas de la noche del 25 de noviembre.
“¿Por qué?, ¿por qué tenia que morirse mi Kenneth? el estaba en las Olimpiadas Especiales, el ganaba sus medallas”, reclamaba su madre entre llantos.
Según relató a EL MUNDO, el miércoles pasado fue llevado a la clínica y aunque lo atendieron rápido, lo que le mandaron fue “dos litros de suero y una bolsita de gravol, me dijeron que él lo que estaba era deshidratado, y como tenía tratamiento en la casa no ameritaba mandarle nada más”
“No me lo examinaron, no le mandaron radiografías, no me le hicieron un chequeo como merecen las personas que son especiales”, denunció la madre de Kenneth.
Después de la atención en la clínica, llevaron al joven a su casa donde llegaron a las tres de la mañana del jueves, pero según su madre ya él no estaba bien.
“Después él se me complicó tanto que en el transcurso del día ya él no, él lo que hacía era desvariar, él solo pedía que yo estuviera a la par, y se fue complicando de una manera, que pasó la noche, yo no podía dormir, yo la última comidita se la di el viernes a las dos de la mañana, pero cuando me levanté a darle el antibiótico a las seis de la mañana, ya él no estaba conmigo”, continuó el relato la señora Rojas.
“No es justo que no lo atendieran como debe ser”, es el grito desesperado de esta madre.
Pero la situación de la familia Alfaro Rojas no terminó ahí, pues de acuerdo con Luis Enrique Alfaro, hermano de Kenneth, los oficiales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no hicieron la autopsia como correspondía.
“No se lo quisieron llevar a la medicatura forense, nada más llamaron al doctor para que hicieran el acta de defunción y ni siquiera esperaron que el doctor llegara, se fueron. Le dijeron a mi mamá que la mandara por fax y hoy llamaron casi amenazándola y que si no enviamos el acta, ella quedaba como culpable de la muerte de Kenneth”, relató.
La señora Rojas dijo que los agentes del OIJ no quisieron hacer la autopsia, “me dijeron que los de la Caja tenían muy buenos abogados, que de todas formas yo iba a perder, y que eso de la autopsia era muy tedioso para mí, porque me iban a dar el cuerpo de mi hijo hasta el lunes y que ellos lo que me aconsejaba era que no demandara a la Caja”.
