Jaulas para turistas: Una solución innovadora para proteger la fauna en Manuel Antonio

Puntarenas, 12 jun (elmundo.cr) – El Parque Nacional Manuel Antonio, el más visitado de Costa Rica, ha implementado jaulas para turistas como una medida innovadora para reducir las interacciones negativas entre personas y animales silvestres, principalmente relacionadas con la alimentación.

La iniciativa, que surgió ante la persistencia de problemas a pesar de otras medidas, ha demostrado ser efectiva en la reducción de estos incidentes.

El parque recibió 478.068 visitantes en 2023, lo que ha intensificado las interacciones entre turistas y fauna. Desde 2012, el Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre (Icomvis-UNA) ha monitoreado estas interacciones, proporcionando datos para el desarrollo de estrategias de manejo.

“Tenemos muchísima información y con el paso de los años hemos dado recomendaciones para la reducción de esas interacciones negativas”, explica Laura Porras, académica e investigadora del Icomvis-UNA.

Uno de los principales problemas identificados por Porras era la alimentación intencional o accidental de animales, lo que generaba comportamientos agresivos y dependencia de los humanos.

Para abordar esta problemática, en octubre de 2023 se instalaron dos jaulas metálicas cerradas, una cerca de la soda y otra junto a un área de mesas. “El turista entra, cierra, come ahí, todo adentro. El manejo de basura es interno y después sale sin comida”, detalla la experta.

Entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, el equipo del Icomvis registró interacciones entre visitantes y fauna mediante observación directa. Los resultados revelaron una disminución significativa en las interacciones relacionadas con la comida.

“Nos lo han constatado los mismos guardaparques, los guías y los turistas que han visitado el parque en varias ocasiones. El problema de los animales encima de la gente por comida se ha reducido muchísimo”, afirma la investigadora.

A pesar de la eficacia de las jaulas, el trabajo continúa. “Siempre está el turista que se las ingenia para meter comida o para ofrecerle un fruto del bosque al animal, lo cual es incorrecto. Ahora nos toca evaluar el comportamiento del turista”, explica Porras.

El siguiente paso es implementar una campaña de concientización para explicar la función de las jaulas y educar a los visitantes sobre el impacto de alimentar a la fauna silvestre.

“Muchos turistas no entienden por qué hay una jaula. El parque debería estar difundiendo esa información. La jaula está ahí por una razón y se debe respetar”, concluye.

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