San José, 19 ago (elmundo.cr) – Bajo fuertes y estrictos protocolos sanitarios se dará este año el ingreso de indígenas ngöbe – buglé que apoyarán en la recolección de café en Región Brunca y la zona de Los Santos, informó el ministro de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado.
El mecanismo de control de este año será el más riguroso y exhaustivo que se ha dado en décadas, ya que refuerza todos los controles sanitarios, migratorios y laborales. El jerarca detalló que el desplazamiento de los ngöbe – buglé podrá iniciar el jueves 20 de agosto y se desarrollará de manera sistemática y coordinada entre Panamá y Costa Rica.
El ministro Alvarado Rivera, informó que este año la pandemia exige que este proceso migratorio se haga bajo estrictas medidas sanitarias para minimizar la posibilidad de contagio por el COVID-19.
“En eso estamos comprometidas las instituciones relacionadas con este flujo, entre ellas, el MAG, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Seguridad Pública, la Dirección Nacional de Migración y Extranjería, y el Instituto del Café de Costa Rica, junto con los caficultores que requieren de su mano de obra para no perder la cosecha”, detalló.
Estricto protocolo sanitario
Entre los protocolos que deberán cumplirse para el ingreso de esta mano de obra se detallan:
Carné sanitario. Para garantizar la condición de salud de los trabajadores, estos deberán portar el carné sanitario binacional junto al salvoconducto indígena.
Revisiones médicas. Al inicio de su trayecto, deberán pasar por puestos de revisión médica en territorio panameño. De no presentar síntomas podrán continuar su travesía y se consigna en el carné sanitario binacional. En caso contrario será remitido a las autoridades sanitarias panameñas para su atención.
Al llegar a frontera, serán sometidos a un nuevo chequeo médico, realizado esta vez por especialistas costarricenses, pudiendo formalizar su ingreso al país solo si no presentan síntomas. Además, deberán informar el sector o finca y el productor por el cual serán contratados. Sin esa información no podrán formalizar su ingreso.
Cada ngöbe buglé que supere esa etapa del proceso, recibirá la categoría de trabajador temporal indígena migratorio, junto con una orden sanitaria de aislamiento por 14 días. En caso de incumplimiento de cualquiera de estos requisitos en frontera o de migración irregular, se aplicará el procedimiento migratorio correspondiente, que consiste en el rechazo o la expulsión del país.
Aislamiento. Por su parte, el productor deberá trasladar de manera privada al grupo o grupos que esté contratando, sin excepción, a las fincas que previamente han sido revisadas para que cumplan los lineamientos establecidos en los protocolos para el control de la pandemia.
Los indígenas deberán cumplir el aislamiento en su burbuja social, que será la misma en la que podrán laborar, siempre respetando las condiciones de distanciamiento y sectorización.
Para este año, los productores han mejorados las condiciones y preparado sus fincas con las medidas necesarias para que los sitios de hospedaje de los trabajadores cuenten con distanciamiento, acceso a agua potable y espacios de aislamiento en caso de presentarse algún contagio. Además, los recolectores se dividirán en cuadrillas en las que compartirán espacios comunes y de trabajo para evitar una potencial propagación del virus.
Chequeos diarios. Los productores deberán realizar chequeos de síntomas cada día e informar sobre el estado de salud de los trabajadores que han contratado. En caso de reportarse una persona con síntomas, deberá aislarse, notificarse y las autoridades sanitarias dictarán los pasos a seguir.
Inspecciones periódicas. Las instituciones involucradas inspeccionarán las fincas y zonas para garantizar el cumplimiento de este procedimiento, así como de los protocolos sanitarios establecidos..
Por su parte la directora ejecutiva del ICAFÉ, Xinia Chaves, indicó que los indígenas ngöbe – buglé se han convertido en una importante mano de obra que nos permite culminar el proceso de cosecha del grano. Este año esperamos una producción cercana a los 2 millones de fanegas”, puntualizó.
“Contar con ellos y ellas nos garantiza no perder un solo grano y aportar a las economías de las comunidades caficultoras y al país”, indicó Chaves al tiempo que recordó la convocatoria a los costarricenses para que se sumen a la cosecha de este año. A la fecha se han registrado más de 20 mil nacionales para la recolección de café que llegará a demandar hasta 70 mil personas en los meses de mayor nivel de cosecha que son noviembre, diciembre y enero.
La actividad cafetalera beneficia en la actualidad a 38.804 familias productoras de café en 8 regiones del país ubicadas en el Valle Central, Tres Ríos, Turrialba, Brunca, Guanacaste, Tarrazú, Orosí y Valle Occidental que suman en total 93.697 hectáreas.