San José, 4 dic (elmundo.cr) – La Conferencia Episcopal de Costa Rica comunicó su posición ante el anuncio de que el Ministerio de Salud informó ayer a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) la aprobación del “Protocolo de atención clínica para el procedimiento médico vinculado con el artículo 121 del Código Penal: interrupción terapéutica del embarazo”.
Ministerio de Salud aprueba protocolo para abortos terapéuticos
El obispo de José Manuel Garita aseguró que la Iglesia Católica “lamenta y rechaza que esta publicación sea una realidad en Costa Rica como ocurrió hace un año cuando se firmó la norma de lo que es entendido como aborto terapéutico”.
“En numerosas oportunidades los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica como pastores de la iglesia hemos reiterado el valor sagrado de la vida desde el momento de la concepción hasta su muerte natural”, agregó.
Asimismo, expuso que “una vez más proclamamos y reiteramos que la vida es sagrada e inviolable”.
El obispo aseveró que lamenta “que en pleno mes de diciembre cuando la ciudanía celebra el fin del año y en el contexto religioso del adviento de fiestas marianas significativas y a las puertas de la celebración de la navidad se dé este golpe a la sociedad costarricense defensora de los valores y de la vida desde siempre y al sentimiento religioso y profundamente cristiano que ha caracterizado tradicionalmente a esta nación”.
“Creemos que este protocolo va más allá del artículo 121 del Código Penal y que esta aprobación haría del aborto un derecho”, añadió.
Garita explicó que han manifestamos en varias oportunidades que “esta norma técnica deja en indefensión al niño no nacido durante todo el embarazo. No nos cansaremos de predicar el don y el evangelio de la vida y de alzar la voz por los no nacidos, inocentes e indefensos”.
“Valga recordar que en varias oportunidades solicitamos a las autoridades de salud el borrador del protocolo para emitir nuestra opinión sobre su contenido; lamentablemente nunca recibimos respuesta positiva a esta solicitud ni tampoco para darlo a conocer públicamente antes de su aprobación”, aseveró Garita.
Concluyó haciendo un llamado a “las madres y padres de familia, al personal de salud, a nuestros fieles católicos y a todas las personas de buena voluntad para que como ha sido durante la pandemia defendamos de manera decidida y firme el don y el valor sagrado de la vida”.