San José, 30 abr (elmundo.cr) – A través de la publicación: “Los derechos de los agricultores (as) de Costa Rica en el marco del TIRFAA”, realizada por la Oficina Nacional de Semillas, la Comisión Nacional de Recursos fitogenéticos, el Foro Mundial de la Investigación e Innovación Agrícola, y con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se promueve que agricultores y agricultoras nacionales conozcan más sobre sus derechos.
Los derechos de los agricultores y las agricultoras nacionales, son un componente esencial dentro del Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA).
Victor Milla, Oficial de Programas de la Representación de la FAO en Costa Rica comentó que “desde la FAO reconocemos el valioso aporte que los agricultores y agricultoras nacionales realizan, en la protección e innovación de cultivos para lograr la seguridad alimentaria. Sus acciones no solamente representan una actividad económica fundamental para las familias y el país en general, también tienen la capacidad de incidir en la promoción de dietas saludables, la producción agrícola baja en emisiones, y la reducción de brechas socioeconómicas en zonas rurales”.
El TIRFAA y la publicación, proponen un marco de planificación para impulsar la participación activa de los productores y productoras en la toma de decisiones relevantes para la conservación, la utilización sostenible de las semillas y la protección del conocimiento tradicional.
Costa Rica forma parte del Tratado Internacional desde el 2006, siendo este el único instrumento multilateral y obligatorio que reconoce los derechos de los agricultores y las agricultoras.
La publicación promueve el intercambio, la venta de semillas y materiales de propagación, así como la distribución equitativa y justa de los beneficios derivados de su uso, en conformidad con la legislación nacional.
Actualmente, en el país, existe representación y participación de productores y productoras en algunas juntas directivas de instituciones del Gobierno, como en el Consejo Nacional de Producción (CNP), Instituto de Desarrollo Rural (INDER), el Instituto Nacional de Innovación de Transferencia en Tecnología (INTA) y en la Oficina Nacional de semillas, entre otras.
“En mejora genética participativa hemos tenido avances positivos en el involucramiento de productores y productoras, en la identificación de las variedades con mejores características para la adaptación al cambio climático, lo que nos demuestra su capacidad para participar en la toma decisiones en distintos campos”, dijo Walter Quirós Director Ejecutivo de la Oficina Nacional de Semillas.