Dolanescu: La campaña para el balotaje fue una de las más viles y rastreras que hemos visto en años

San José, 4 abr (elmundo.cr) – El diputado Dragos Dolanescu, en su espacio de control político, felicitó al presidente electo Rodrigo Chaves y al pueblo de Costa Rica.

Dolanescu señaló que “esta es una victoria no solo para Chaves, sino también para la voluntad del pueblo costarricense, así como para el proceso democrático de nuestra nación, que hoy día logra con éxito la alternancia del poder, requisito de una democracia madura y plena”.

“Sin embargo, no puedo obviar el hecho que la campaña para el balotaje fue una de las más viles y rastreras que hemos visto en años. El proceso de segunda ronda se caracterizó por un ensañamiento hacia las falencias morales de los candidatos, con especial énfasis a ataques al cuerpo hacia la figura del hoy presidente de la República”, agregó.

Dolanescu aseguró que “el tono de la campaña fue propiciado por su contrincante del PLN, quien en desesperación decidió hacer los ataques personales con mano izquierda, con videos insensibles sobre temas delicados, y hasta con confrontaciones directas hechas por el candidato verdiblanco como la táctica esencial”.

“Uno atacó y el otro se defendió… luego se invirtieron los papeles. No hubo espacio para la discusión de propuestas de cómo sacar el país adelante. Esto no me extraña, esa es la política de la vieja usanza”, sostuvo.

Según el diputado esto “en contubernio con los esfuerzos del PLN, quien representa el status quo del país, reclutó la ayuda de los principales medios de comunicación (vaya usted a saber en qué condiciones se hizo y si el TSE está enterado de ello) para auxiliarlos en destruir la figura de Rodrigo Chaves ante el electorado”.

“Medios como La Nación, Telenoticias, CRHoy, para mencionar algunos, no escatimaron en tirar por la ventana los preceptos básicos del periodismo de calidad para convertirse en una maquinaria propagandística cuya misión era aniquilar a Chaves como figura potable para el electorado costarricense. También hubo periodistas-militantes que, a título personal, alzaron la bandera anti-Chaves para lograr el cometido”, manifestó.

Dolanescu indicó que “hoy vimos que los grandes perdedores de la segunda ronda no fueron solo el PLN como organización política. Como dice el historiador y columnista de La Nación Iván Molina, los grandes perdedores de estos comicios fueron principalmente el rotativo tibaseño y la televisora de La Sabana, principales artífices de la campaña de desprestigio más notoria hacia una figura política, desde el encarcelamiento de los expresidentes Calderón Fournier y Rodríguez Echeverría. Ambos medios abandonaron la esencia del periodismo de calidad con tal de evitar la llegada de Chaves al poder. Molina agrega que “estos medios comprometieron a tal grado su credibilidad” que hoy tanto la junta directiva de Grupo Nación y la familia Picado deben estar repensando su línea editorial y considerando renovar sus altos mandos periodísticos para continuar siendo relevantes”.

“Por más que perduró el embate de los medios de comunicación hacia la segunda ronda, al saturar y reflotar las noticias de acoso sexual y construir una narrativa de estructuras paralelas dirigidas a desprestigiar al hoy presidente electo, la propaganda de estos medios significó poco para el electorado costarricense. Estos que, desde hace tiempo, mostraban un rechazo rotundo a la figura de Figueres y prefería darle la oportunidad a Chaves antes de seguir con más de lo mismo”, comentó.

El legislador dijo que “esa miopía para leer el deseo de los votantes provocó el fracaso de la propaganda de los medios tradicionales en su misión para ensuciar a Chaves. Pero también muestran la incapacidad de la academia, de los medios de comunicación y de la organización de un partido como el PLN para conectar con sus electores. El analista Rotsay Rosales lo dijo claramente ayer en la emisión de Radio Columbia: tanto la academia como los mismos medios de comunicación fallaron al “San Pedrizar” su limitada visión de la Costa Rica de hoy”.

“Y “San Pedrizar” fue lo que hizo el CIEP al torcer los números de sus encuestas para pintar un panorama más favorable para el candidato verdiblanco, y así darles cierta esperanza a los miembros de la academia. Porque la academia ve en Rodrigo Chaves una amenaza a su modus vivendi. El CIEP, un centro de estudios que se financia con el dinero de todos los costarricenses, flexibilizó sus resultados estadísticos y se inventó el concepto con tintes políticos de “empate técnico” en una encuesta que iba a contrapelo de otras tres que mostraban a Chaves con una ventaja holgada frente a Figueres, pero con una tendencia del segundo ganando terreno al cierre de la campaña”, criticó el diputado.

Dolanescu cuestionó: “¿Cómo justifica el CIEP politizar sus resultados? ¿Se sienten amos y señores de la inferencia de resultados electorales con argumentos estadísticamente cuestionables? ¿Y nadie llama a cuentas a este centro de investigación?”.

“Es claro que quienes apostaron en contra de Chaves por cuestiones políticas, sin un respaldo sólido en la data, o simplemente en contra del sentido común, pusieron en entredicho su credibilidad. Las organizaciones privadas tendrán que lidiar con ese golpe revisando sus procedimientos internos, pero ¿qué vamos a hacer con organizaciones de carácter público como el CIEP, que fue santa palabra para todos los medios que se montaron en la carreta del ataque a Chaves y pagaron caro su desdén por el rigor científico y las buenas prácticas de la profesión, y ahora ven su credibilidad erosionada?”, dijo.

Según Dolanescu “el gane de Chaves, incuestionado por el Tribunal Supremo de Elecciones y los observadores internacionales, nos deja importantes lecciones para todos. La academia y los partidos políticos como el PLN pecaron de soberbios al asegurar que el “abusador, misógino y autoritario” de Rodrigo Chaves no tendría oportunidad frente a una oferta de más de lo mismo. Aquí mostraron sus terribles falencias para conectar con sus electores e identificar sus necesidades a la hora de escoger candidato”.

“Y los medios de comunicación, que olvidaron que es su independencia de criterio lo que los hace valiosos para la sociedad, empeñaron su credibilidad por puro interés político. Empeñaron lo único valioso que tiene que ofrecerle al público y hoy quedó demostrado que se convirtieron en medios de propaganda y su credibilidad no vale un cinco”, concluyó.

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