San José, 11 feb (elmundo.cr) – El presidente del Frente Hemisférico por la Libertad, el exdiputado Dragos Dolanescu, exigió al régimen Ortega-Murillo la liberación del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez.
El obispo de Matagalpa afronta un juicio político por los supuestos delitos de “conspiración y propagación de noticias falsas”. De acuerdo con fuentes de la Iglesia católica, la policía lo sacó del inmueble donde cumplía arresto domiciliario y fue trasladado al penal de La Modelo, tras negarse a abordar el avión que llevó a los encarcelados a Washington.
Según fuentes de la Iglesia, el régimen Ortega-Murillo le habían ofrecido “exilio o cárcel” al obispo, pero él se ha negado rotundamente a “abandonar su patria”. Una decisión que mantuvo el jueves con el destierro de los presos políticos.
El obispo Álvarez, la voz más crítica del catolicismo frente a las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, fue apresado en agosto de 2022 junto a seis religiosos y un laico cuando una tromba policial irrumpió de madrugada en la casa parroquial de Matagalpa.
Aparte de exigir su liberación, Dolanescu pide que “se les devuelva a él, y a todos los que de una forma totalmente improcedente se les quitó su ciudadanía nicaragüense, quedando como si fueran apátridas”.
Dolanescu insistió en que “para nadie es un secreto la persecución en contra de mi religión católica en el país del Norte. Cierre de radioemisoras, golpizas a los sacerdotes y monjas, profanación de templos y expulsión de católicos como las Hermanas de la Caridad; quienes fueron recibidas con los brazos abiertos en Costa Rica”.
“El padre Rolando declinó dejar la cárcel el jueves, no podía como pastor dejar a sus ovejas. No podía dejar a su pueblo, no podía dejar su patria, no podía negarse a sí mismo la esencia de ser creyente de Jesús el Cristo”, agregó.
Dolanescu explicó que “ayer viernes 10 de febrero le efectuaron juicio sumario en donde se le sentenció a 26 años de cárcel por traidor de la patria. Eliminaron su nacionalidad y lo pusieron en régimen de alta peligrosidad en la cárcel Modelo”.
“Sin duda alguna es un héroe, negándose a sí mismo para anteponer su misión de la benevolencia, la solidaridad, el amor y resistencia humana hacia su pueblo natal. Cumpliendo así uno de nuestros mandamientos sagrados…. Amarás a tu prójimo, como a ti mismo”, aseguró.
“Lo único que nos queda es levantar la voz a Dios en oración, y que no tengamos que llorar otro mártir más en manos de regímenes de izquierda”, concluyó Dolanescu.
