San José, 11 ene (elmundo.cr) – La diputada de Nueva República denunció aparente persecución religiosa por el cierre de cultos y misas en Quepos debido a las medidas sanitarias.
“Si de verdad no hay mala intención y ensañamiento con este tipo de actividades religiosas —en definitiva, no hay ningún estudio que demuestre que hay más contagios en iglesias que en avenidas o restaurantes— en vez de cierre total debería continuar implementándose y verificándose los protocolos de salud en iglesias y templos”, señaló la legisladora.
Chan, aseguró que “no se debe homologar un culto religioso con otro tipo de actividades masivas”, ya que tienden a aglomerar más personas en condiciones mucho más laxas desde el punto de vista sanitario, como bares o establecimiento comerciales. Desde esta óptica, penalizar a las iglesias, sería a todas luces un acto discriminatorio, agregó.
Nueva República envió una carta al Ministerio de Salud solicitándole levantar las restricciones en el cantón de Quepos.
Para Chan las medidas no contienen sustento científico y lastiman la autonomía municipal.
“Claramente son medidas al azar, sin sustento científico, sin considerar la autonomía municipal en muchos casos, porque a casi un año del primer caso del COVID-19 en Costa Rica y la declaración de emergencia nacional es evidente que se requiere flexibilización de medidas para la recuperación económica y reanudación de actividades, por supuesto bajo el cumplimiento responsable y la supervisión de las medidas sanitarias”, agregó.
La diputada, además catalogó las restricciones como “absurdas”;” sin que se explique a la población sobre qué criterios científicos o estudios se basan las autoridades de gobierno central, para tomar medidas de cierre de algunos espacios y locales públicos, que están cumpliendo estrictamente con los protocolos de salud”, aseguró.
Según la diputada, el Ministerio de Salud restringirá la realización de misas y ferias del agricultor, además el cierre de playas a partir de las 2:30pm.
Además, defendió que “el único criterio para cierre o prohibición de actividades no puede ser que el lugar constituya un espacio público que tiende a la concentración de personas, porque para ser justos y coherentes habría que cerrar prácticamente todo de nuevo: restaurantes, hoteles y dejar la economía en cero. Y esa, definitivamente no puede ser la solución”, añadió.
Por último, señaló que en época de pandemia, la asistencia religiosa y espiritual es “de las pocas herramientas que tienen los ciudadanos para apoyar el proceso de estrés y ansiedad agudizado por la crisis”, y dijo que cerrar iglesias, equivale a “privar a los ciudadanos de uno de los pocos espacios para buscar tranquilidad en condiciones sanitarias adecuadas”, concluyó.
