San José, 30 may (elmundo.cr) – En Costa Rica, la gastritis se ha convertido en una de las enfermedades digestivas más comunes. Al punto que, para muchas personas, se ha vuelto casi una condición “normal” de la vida diaria. Así lo advierte Ana Cristina Gutiérrez, nutricionista con más de 20 años de experiencia y miembro del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife, quien compartió en entrevista para ELMUNDO, una serie de recomendaciones clave para prevenir y tratar esta dolencia, cuya incidencia está ligada estrechamente al estilo de vida moderno.
“Vivimos en un ritmo acelerado, muchas veces sin pausas ni conciencia plena de cómo, cuándo y qué comemos. Eso afecta directamente la salud gástrica”, explicó Gutiérrez.
Una enfermedad ligada al estrés y los hábitos
Factores como el consumo excesivo de café, picante, alcohol, chocolate, comidas grasosas, bebidas gaseosas y el hábito de saltarse tiempos de comida o comer con rapidez, están entre las principales causas del aumento de casos de gastritis en el país. A esto se suma el estrés crónico, que incide directamente en el sistema digestivo, generando inflamación, desequilibrios en la microbiota intestinal y picos de acidez.
“Muchas personas que sufren gastritis crónica o colon irritable reportan picos de síntomas durante periodos de alto estrés”, señaló la experta.
Dieta: el primer escudo de protección
Según Gutiérrez, la alimentación juega un rol fundamental tanto en la prevención como en el tratamiento de los problemas digestivos. Una dieta adecuada puede ser la diferencia entre una recuperación sostenida y un círculo vicioso de malestares.
Entre los alimentos que se deben evitar, la nutricionista menciona:
- Café en exceso
- Bebidas carbonatadas
- Chocolate
- Frituras
- Picante
- Alcohol
Y entre los recomendados para proteger la mucosa gástrica:
- Verduras cocidas
- Frutas no ácidas como papaya y banano
- Cereales integrales (si se toleran)
- Proteínas magras
- Grasas saludables en moderación
Además, enfatiza la importancia de comer despacio, en horarios regulares y en porciones moderadas.
Hábitos saludables que hacen la diferencia
Desde su experiencia profesional y como parte del equipo de asesoría científica de Herbalife, Gutiérrez insiste en la necesidad de adoptar hábitos constantes y sostenibles:
“Recomiendo tener constancia en los horarios de comida, no saltarse tiempos, mantenerse bien hidratado y cuidar la microbiota intestinal con una alimentación rica en fibra, frutas, vegetales y probióticos”, indicó.
También sugiere integrar una rutina de actividad física y estrategias de manejo del estrés como respiración consciente, pausas activas, journaling o caminatas al aire libre.
Evidencia científica como respaldo
En su trabajo con Herbalife, la experta ha seguido de cerca los avances científicos sobre la salud digestiva. Resalta el respaldo que tienen los probióticos y la fibra dietética soluble e insoluble en estudios recientes, ya que estos ayudan a mantener una microbiota diversa y equilibrada, lo cual se relaciona con mejor digestión, menor inflamación y un estado de ánimo más estable.
La educación como herramienta de empoderamiento
Gutiérrez concluye con un mensaje contundente sobre la importancia de la educación en salud digestiva:
“Cuidar la salud digestiva no es solo para cuando algo anda mal. Es una inversión diaria en tu energía, tu sistema inmune y tu calidad de vida. Conocer cómo funciona tu sistema digestivo, qué lo irrita, qué lo fortalece y cómo podés escuchar sus señales, te da poder”.
Acerca de la experta
Ana Cristina Gutiérrez es licenciada en Nutrición Humana por la Universidad de San José, Costa Rica, y posee un Máster en Nutrición y Alimentación de la Universidad de Barcelona, España. Es miembro del Consejo Consultor de Nutricionistas de Herbalife desde 2012. Su trayectoria incluye experiencia en nutrición integral, deportiva, salud pública, coaching nutricional y trastornos metabólicos. También es especialista en nutrición infantil y bienestar general.
Su llamado es claro: la prevención empieza con pequeños cambios diarios, y la salud digestiva debe dejar de ser una preocupación solo cuando hay dolor.